En una entrevista en el periódico El País, recogida por Efe, Moratinos se refiere, entre otros asuntos, a este secuestro y a la actitud del presidente maliense, quien “tiene muy buena relación con España y está muy satisfecho de la cooperación española”.
El jefe de la diplomacia asegura que en los contactos que el Gobierno ha tenido con el presidente maliense les ha brindado “toda su ayuda”, aunque Moratinos elude profundizarse más sobre la cuestión porque prefiere “mantener la discreción y no desvelar el contenido ni las gestiones” que se están realizando con “los distintos interlocutores para este caso”.
Con los tres cooperantes catalanes secuestrados por Al Qaeda desde el pasado 29 de noviembre, el Gobierno, según el ministro, se ha fijado un compromiso: que éstos “vuelvan cuanto antes sanos y salvos”.
“Eso es lo que vamos a hacer buscando toda capacidad de negociación y de solución del problema”, apostilla el titular de Exteriores, quien conversó el día de Navidad con sus familiares.
A las familias de los secuestrados les traslada su solidaridad y compromiso para ayudar a encontrar “una solución rápida, lo más rápida posible”, aunque sabe que estos secuestros son “complicados”.
Por otro lado, el ministro defiende su gestión en el caso de la saharaui Aminetu Haidar: “No podíamos tenerla en un avión de país en país, como en un pimpón”, afirma Moratinos, quien insiste en que se trataba de un “caso muy complicado” en el que se tuvieron que utilizar “todas las capacidades diplomáticas y de influencia que tiene España tanto con Marruecos como con los actores que podían llevar a una solución satisfactoria del problema”.
Además, el ministro, a cinco días de que España asuma la presidencia europea, reclama mayor peso para la UE en la escena mundial al manifestar que “no basta con que EE UU y China hablen”, sino que “Europa debe hacerse oír”.
Por otra parte, los responsables de la ONG Barcelona Acció Solidaria, tres de cuyos cooperantes fueron secuestrados en Mauritania por Al Qaeda, aseguraron ayer que confían en las gestiones del Gobierno a pesar del hermetismo oficial que mantienen sobre el desarrollo de las posibles negociaciones para lograr su liberación.
El portavoz de esta ONG, José Ramón Giménez, reconoció a Efe que oficialmente el Gobierno no les ha confirmado las informaciones que apuntan a que el gobierno de Malí está utilizando la influencia de un líder tribal para que actúe como intermediario en su localización y proceso de liberación.
“Son informaciones que trascienden desde algunos medios, y el Gobierno ni las confirma ni las desmiente, se limita a decir que las negociaciones van por buen camino, pero no nos concreta datos ni detalles”, ha señalado el portavoz, que ha recalcado que confían “en que el Ejecutivo lo está gestionando bien, que van por buen camino y que si no dicen más es porque no pueden”.
Giménez dijo que tanto la dirección de la ONG como las familias de los secuestrados están a la espera de que Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) plantee sus peticiones, “lo que ya sería un paso cualitativo importante; mientras tanto, todo lo demás, es una retórica repetitiva”.
Los tres cooperantes catalanes secuestrados el pasado 29 de noviembre, Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta, formaban parte de un convoy humanitario que viajaba por la carretera que une Nuakchot –la capital mauritana– con Nuadibú.