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En román paladino

La mentira

Las investigaciones y el tiempo lo aclararán, aunque la mayoría de la gente se hace una idea aproximada de la verdad

Publicado: 14/12/2021 ·
09:42
· Actualizado: 14/12/2021 · 09:42
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  • El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy. -
Autor

Rafael Román

Rafael Román es profesor universitario, miembro del PSOE, exconsejero de Cultura y expresidente de la Diputación de Cádiz

En román paladino

El autor aborda en su espacio todos los aspectos de la actualidad política tanto de España, Andalucía y la provincia de Cádiz.

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"Fiat iustitia, et pereat mundus” (Que se haga justicia, aunque perezca el mundo)  no es la frase que pueda atribuirse a la comparecencia de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados para informar sobre la trama de Bárcenas/Villarejo/Kitchen, aunque oficialmente se llama de una forma en la que se entiende todo: “Comisión de Investigación relativa a la utilización ilegal de efectivos, medios y recursos del Ministerio del Interior, con la finalidad de favorecer intereses políticos del PP y de anular pruebas inculpatorias para este partido en casos de corrupción, durante los mandatos de Gobierno del Partido Popular”.

La trama Kitchen existió. Como existió la de la Caja B del PP,  ya acreditada en los tribunales. En esta última, Rajoy declaró no saber nada, a pesar de estar en la cúpula del PP. En la del robo de los papeles comprometedores de Bárcenas -chofer, vigilancia, 50 policías,  falso cura, entrada en la casa y los trasteros de Bárcenas para sustraer pruebas…- nadie sabe nada, salvo el encausado Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, que ya declaró que “mi grandísimo error en el ministerio fue ser leal a unos miserables como Jorge (Fernández Díaz), Rajoy o Cospedal”.  Rajoy, en su declaración, con soltura parlamentaria más que reconocida, aunque incómodo, salvó el envite al que reiteradamente fue sometido por los portavoces  negando que el sol sale cada día. Lo hizo con tal  aplomo que se hizo de noche en la comisión  a la que Rajoy había sido convocado. Es cosa comprobada,  el sol no sale cada día. Ayer tampoco lució en el Congreso de los Diputados.

Michael Lynch escribió que los seres humanos mentimos con la misma naturalidad con la que respiramos. Puede aplicarse sin riesgo alguno para el caso que analizamos. Se sabe que  la mentira se define por decir una cosa mientras se cree otra. Lo auténticamente perverso es que se hace con la intención de engañar o, al menos , de confundir. Las investigaciones y el tiempo lo aclararán, aunque la mayoría de la gente se hace una idea aproximada de la verdad. Porque la verdad, la realidad, se abre paso por mucho que se quieran agarrar los protagonistas a estrambóticas e increíbles explicaciones. La respuesta  de Clemanceau vale para este caso.  ¿Qué dirán los historiadores sobre la Primera Guerra Mundial? “Desde luego, no dirán que Bélgica invadió Alemania”.  

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