Alcalá la Real

Homenaje a Antonio Hernández Contreras, pionero de la enseñanza de ciegos en España

Con motivo del centenario de su fallecimiento; el homenaje tuvo lugar en el marco de la presentación del número siete de la revista Locubín

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  • Un momento del acto celebrado este viernes en Castillo. -

El Centro Social de Castillo de Locubín acogía en la tarde de este viernes, 17 diciembre, la presentación del séptimo número de la revista Locubín, que publica la Asociación de Estudios Culturales de Castillo con el patrocinio del Ayuntamiento de la localidad. El acto, que contó una nutrida asistencia de público, sirvió igualmente como marco para el homenaje a Antonio Hernández Contreras “Pajarillo”, ilustre castillero que fue primer profesor de ciegos del Colegio Nacional de Sordomudos y Ciegos de Madrid, en el período comprendido entre 1875 y 1888 y del que se conmemora el centenario de su fallecimiento.

El vicepresidente de la Asociación de Estudios Culturales de Castillo, Francisco Javier Olmo Contreras, abrió el acto mostrando su agradecimiento no solo a los patrocinadores, con el Ayuntamiento de la localidad a la cabeza, sino particularmente a los lectores que han hecho posible que la revista cumpla ocho años desde su creación.  Olmo señaló, igualmente, que la portada de esta edición está dedicada a unas ruinas desconocidas para muchos castilleros y que pertenecen a un puente localizado en el bosque galería existente en el río San Juan a la altura de Ventas del Carrizal, y de cuyo proyecto de construcción se cumplen ahora cinco siglos.

Entre los trabajos incluidos en este séptimo número de la revista se encuentran el de Rafael Bravo Segovia dedicado, precisamente, al mencionado “Puente Viejo del Carrizal”; el artículo de Francisco José Fernández Contreras, sobre la custodia de la parroquia de San Pedro Apóstol, obra de Jerónimo de Morales; el de Trini Rosales Galán, sobre “La Casería de los Frailes” y el de Francisco Martín Rosales, también en torno a la iglesia de San Pedro Apóstol.


Por su parte, el alcalde de Castillo de Locubín, Cristóbal Rodríguez, quiso destacar en su intervención que “con publicaciones como la que hoy presentamos, ponemos en valor el potencial cultural de nuestro pueblo; Castillo lo hacemos nosotros y, por ello, es el momento de poner en valor todo lo positivo que tiene nuestra localidad y de recordar a aquellas personas que arrimaron el hombro para que cambiara la sociedad”.

Finalmente, José María Peinado cerró el acto ofreciendo una semblanza sobre Antonio Hernández Contreras. Este verdadero pionero de la enseñanza para ciegos en España, nacido en Castillo de Locubín en 1832 en el seno de una familia muy humilde, llegó a estudiar gracias a la ayuda de mecenas, en la Escuela Normal de Madrid, consiguiendo licenciarse como profesor de ciegos. Desde 1875 impartió clases en el Colegio Nacional de Sordomudos y Ciegos de Madrid, destacando por sus aportaciones pedagógicas en la enseñanza a personas con ceguera. Contribuyó a la mejora de las primeras máquinas de Françoise-Pierre Foucault para la escritura mecánica que facilitarían la iniciación a la lectura en la enseñanza al colectivo de discapacitados ciegos y posibilitando que estas fueran fabricadas en España para no tener que depender de otros países.

 

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