El Aeropuerto de Sevilla ha finalizado la obra de lo que será la nueva zona sur del edificio terminal, por lo que, a partir de ahora y como antesala a su puesta en servicio, se abre un periodo de pruebas para constatar el buen funcionamiento de las instalaciones, según ha informado en una nota de prensa.
Este periodo se prolongará durante varias semanas y permitirá detectar y subsanar posibles deficiencias, además de propiciar la familiarización de las aerolíneas, los operadores 'handling' y el personal del aeropuerto con la nueva forma de operar que se derivará de la apertura de esta zona.
Las pruebas previstas incluyen desde la recreación de vuelos ficticios con todos los procedimientos que ello conlleva --control del pasaje, embarque, conexión de la nueva pasarela a la aeronave o desembarque, entre otras--, hasta la realización de un simulacro de evacuación y activación de salas de emergencia para incluir las nuevas dependencias en el plan de autoprotección del aeropuerto.
Asimismo, se impartirá formación a los empleados implicados en el día a día de estos procesos, tanto de Aena como de las empresas de mantenimiento, operadores 'handling' o seguridad.
Nueva zona sur del terminal
La nueva zona sur está llamada a convertirse en la actuación más emblemática de la remodelación del terminal, que absorberá prácticamente la mitad de los 60 millones de euros de inversión prevista en el plan de obras del aeropuerto --incluye el recrecido de la pista de vuelo, finalizado en enero de 2020, y la ampliación de la central eléctrica, en ejecución--.
Con 7.565 metros cuadrados de superficie distribuidos en dos plantas --de ellos, 4.150 m2 nuevos, y el resto, remodelado sobre lo que había--, la zona sur albergará la operativa de los vuelos nacionales y de los vuelos internacionales Schengen --los internacionales No Schengen se canalizarán a través de la nueva zona norte--.
La planta alta contará con seis puertas de embarque, tres prepasarelas de embarque; una pasarela de última generación para conectar con las aeronaves --se sumaría a las cinco ya existentes en la parte antigua--; tres puntos de restauración; seis tiendas --la oferta comercial se encuentra actualmente en proceso de licitación y adjudicación--, y espacio expositivo para acciones promocionales.
Esta área del edificio ha quedado unida al vestíbulo de salidas originario y al pasillo de preembarque, que desaparecerá como tal y se convertirá en un espacio diáfano con otras ocho puertas para embarcar.
En cuanto a la planta baja, acogerá dependencias para instalaciones de servicio, como climatización, almacenes, dos salas de autoridades y cuatro salas multiusos. Algunas de estas salas dispondrán de un equipamiento especial, ya que figuran en el plan de autoprotección del aeropuerto con atribuciones específicas en caso de que se produjese una emergencia.