El Servicio Andaluz de Salud (SAS) registró el pasado año 1.208 agresiones a sus profesionales, de las que 132 se produjeron en Córdoba.
Esta cifra supone un 15% más de agresiones a nivel regional con respecto al año anterior, en el que hubo 1.042 de estos episodios y en el que la presencialidad en los centros estuvo más limitada por la incidencia del covid-19. Pero el dato es inferior a años prepandemia, cuando se registraron 1.507 atentados en 2019 y 1.235 en 2018, destacó el SAS.
En el caso de Córdoba, el aumento de los atentados a profesionales sanitarios también fue del 15%, al pasar de 114 casos en 2020 a 132 en 2021. De los 132 episodios de 2021, precisó el SAS, 18 fueron físicos y 114 verbales o de otro tipo.
El 71,5% de las agresiones las registran las mujeres; frente a 28,5 % que se registran en hombres. Sin embargo, cuando se ponderan las agresiones en base a la plantilla de hombres y mujeres, la tasa es muy similar, 9,9 en mujeres y 10,17 en hombres. Los grupos de edad donde se producen más agresiones son entre los 46-55 años, con un total del 29,38% de las agresiones registradas, y en el grupo de edad de entre 56-65 años se registra un 28% de agresiones. El 59,1% de casos se produce en atención primaria y el 40,9% en atención hospitalaria. El 24,25% de cometen en la consulta médica, el 17,14% en admisión, el 13,58 en urgencias y el 10,76% en la habitación del paciente. La Consejería de Salud y Familias condena cualquier tipo de violencia, tanto física como verbal, dentro o fuera de un centro sanitario.