El presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha remitido un escrito a los ayuntamientos de la provincia para recordarles "la inexcusable obligación legal" de comunicar a la Policía Nacional los casos de menores refugiados de Ucrania que vengan solos que "detecten" en sus municipios.
La misiva, consultada por Europa Press, es consecuencia del escrito remitido por la Fiscalía de Menores de la Audiencia de Sevilla sobre los menores de edad no acompañados procedentes de Ucrania en la que se recuerda que los ayuntamientos, policías locales y servicios sociales tienen la "inexcusable obligación legal de comunicar" con la Policía Nacional "en cuanto detecten a menores no acompañados de familiares biológicos o tutores legales".
Estas situaciones las deben poner en conocimiento de la Policía Nacional para que ésta proceda a su registro conforme al Artículo 215 del Reglamento de la Ley Orgánica 4/2000 relativo al Registro de Menores Extranjeros No Acompañados. En ese registro quedarán grabados los datos y documentación que aporte el propio menor; la documentación en la que se especifique el centro de protección o de acogida donde se quedará, así como el organismo público u ONG, fundación o entidad pública a quien se le encomienda su custodia provisional.
En caso de que las personas de acogida sean familias concretas, deben quedar registrados sus datos y éstas deben expresar por escrito su conocimiento de que el acogimiento no tiene por objeto la adopción y su compromiso de favorecer la reagrupación con su familia biológica y su regreso a su país de origen.
El presidente de la Diputación ha reconocido esta pasada semana que el organismo podrá a disposición del Gobierno los recursos de los que disponga para la acogida de refugiados, una "coordinación" que depende, de hecho, del Ejecutivo central. En su comparecencia, ha confirmado sus contactos con la Fiscalía de Menores porque "el ser humano tiende a ser buena persona, pero hay quien se aprovecha de las circunstancias, y aquí hay que tener mucho cuidado". "Estos niños y familias no vienen como acostumbramos a verlos en esas caravanas de la paz, que vienen por dos o tres meses. Esto es distinto", ha abundado.