Hablillas

El furgolibro

En este tiempo en que la virtualidad ha ganado terreno al papel es grato saber que los libros, aunque cambien de sitio, siempre tendrán su lugar

Publicado: 20/03/2022 ·
21:04
· Actualizado: 20/03/2022 · 21:04
Autor

Adelaida Bordés Benítez

Adelaida Bordés es académica de San Romualdo. Miembro de las tertulias Río Arillo y Rayuela. Escribe en Pléyade y Speculum

Hablillas

Hablillas, según palabras de la propia autora,

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Pues sí, hay una furgoneta llena de libros paseándose por Galicia. Su propietaria es una mujer emprendedora y en una etapa donde la venta de segunda mano es una forma asequible de tener lo que gusta o se necesita, esta señora se ha decidido a llenar su vehículo de ejemplares en buen estado para venderlos o alquilarlos. Hasta hace unos años nos desplazábamos a las librerías de viejo o a una feria del libro del mismo nombre con el fin de adquirir ese ejemplar desgastado y fantasear con la dedicatoria o la nota a lápiz en el margen en alguna de las páginas. Internet tomó el testigo, ya que es frecuente ver el anuncio de la oferta del ejemplar usado bajo el precio oficial. Con estos antecedentes y su imaginación chispeando por este presente que lidia todos los días con la televisión y las series, Nieves Loperena aparca su furgoneta para ofrecer literatura en papel a precio muy asequible.

A lo largo de nuestra vida hemos ido acomodándola a nuestras necesidades. Llegado el momento hemos cambiado e incluso regalado aquello que dejó de sernos útil por distintas razones, sin embargo los libros han conservado su sitio viendo como los ejemplares iban aumentando su número silenciosamente en los estantes. Cierto, cuesta trabajo deshacerse de ellos, porque a ellos volvemos ciento una veces. Es una relación que se alimenta y crece mientras dura la vida. Y si hablamos de libros virtuales ocurre lo mismo, tenemos un archivo numeroso sabiendo que muchos se nos van a quedar sin leer por falta de tiempo. Por eso leemos cuanto podemos, por eso estos dos años tan duros han sido y están siendo más llevaderos con la lectura. En algún momento habrá que decidir la donación, el regalo o la venta. Por eso gusta saber de iniciativas como la emprendida por Nieves Loperena, en la que prima el amor por la literatura haciéndolo asequible a todos los bolsillos. Los ejemplares suelen costar ochenta céntimos, pero si el lector lo devuelve, ella le abona la mitad, así tiene acceso a otros títulos con muy bajo coste, pudiendo disfrutar de este descuento cuanto tiempo desee. También ofrece la opción de comprarlos al peso por ocho euros el kilo.

En este tiempo en que la virtualidad ha ganado terreno al papel es grato saber que los libros, aunque cambien de sitio, siempre tendrán su lugar. Por ello aplaudimos a Nieves Loperena, al momento en que se le ocurrió subirlos a su furgoneta y aparcarla en distintos mercadillos o junto a algún museo de Galicia, logrando fomentar la lectura mientras va regalando cultura.

Algunos seres humanos necesitamos la literatura para vivir.

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