Málaga

'Nosaltres no ens matarem amb pistoles' trae el retrato de una generación desesperada

Cuenta a través de la historia de un grupo de amigos la desesperación y la precariedad de una generación que no ve cumplir sus sueños de adolescencia

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La directora María Ripoll ha presentado este jueves su última película 'Nosaltres no ens matarem amb pistoles' (Nosotros no nos mataremos con pistolas), con la que la catalana participa en la sección oficial del 25 Festival de Cine de Málaga. La cinta cuenta a través de la historia de un grupo de amigos la desesperación y la precariedad de una generación que no ve cumplir sus sueños de adolescencia.

Un pueblo valenciano se prepara para celebrar su fiesta mayor y Blanca (Ingrid García-Jonsson) se esmera en que la primera paella que prepara en su vida le quede perfecta. Ha conseguido reunir a sus amigos después de años sin verse. Todos están en la treintena y sus existencias transitan entre la precariedad, el desencanto y un continuo volver a empezar. Y, por fin, llega la verbena: la prueba de que el mundo sigue girando mientras sus vidas parece que se tambalean y descubren que se necesitan unos a otros para salir adelante.

El equipo de la película ha participado en una rueda de prensa durante la séptima jornada del Festival de Málaga para presentar el proyecto que, literalmente, finalizaron "antes de ayer", ha contado María Ripoll. Han acompañado a la directora los intérpretes Ingrid García-Jonsson, Elena Martín, Joe Manjon y Carlos Troya; y las productoras Lina Badenes y Belén Sánchez.

'Nosotros no nos mataremos con pistolas' es una adaptación de la obra de teatro homónima de Víctor Sánchez, ganadora del Max a Mejor Autoría Revelación en 2016. La productora Lina Badenes ha contado que vio la posibilidad de llevar la obra a la gran pantalla y se lo propuso a Sánchez que comparte autoría del guion de la adaptación cinematográfica con Antonio Escámez.

Sobre cómo llevó a la gran pantalla la historia, la directora María Ripoll ha asegurado que "solo sacamos la trama de la casa y añadimos la verbena". "Lo hemos acercado al lenguaje del 'western', es un duelo y un reto continuo en el que hay que afrontar el dolor de una persona que ya no está". Todo ello con Valencia como escenario y con "la desolación que sienten los personajes reflejada también en los espacios".

El equipo ha hablado de ese retrato generacional que trataron de llevar al cine a través de la amistad y la comedia. "Nosotros somos la generación que tuvo la oportunidad de estudiar, pero que ahora sentimos que el mundo no nos pertenece. Como argentina que soy, siento que esto podría haber pasado en cualquier lugar del mundo", ha señalado la productora Belén Sánchez.

En ese sentido, la actriz Ingrid García-Jonsson ha añadido que "era muy fácil verse reflejado en la película porque, ¿quién no ha tenido sueños en la adolescencia y se ha topado con otras cosas?". El proceso de casting fue largo, según ha explicado la directora, "pero al final salieron los que tenían que salir y crearon una química brutal".

EL RODAJE

"La motivación principal era hacer un laboratorio de actores, sin artificios. Todos ellos han hecho un buen trabajo de grupo y también individual", ha añadido Ripoll sobre la coralidad que se percibe en 'Nosotros no nos mataremos con pistolas'.

Por su parte, la actriz Elena Martín ha indicado que la cinta es una película "muy de actores y en todas las escenas había conflicto, mucho texto y espacio para ellos". "Fue muy divertido, hay pocas películas en la que nos dejen trabajar tanto a los actores. Aquí teníamos tiempo para jugar y hacer tomas y tomas", ha añadido la actriz Ingrid García-Jonsson sobre la idea que ha explicado su compañera.

Lo más complicado para algunos actores como Ingrid y Joe Manjon fue la lengua, ya que la película está rodada en valenciano. En otros aspecto, García-Jonsson ha reconocido que estuvo "triste" en algunos momentos de la preparación de su papel porque le recordaba al duelo generacional que ella también ha vivido, como sus compañeros.

Otro papel importante en la película es el de la música que, para Ripoll supone un elemento importante para transmitir la historia junto a los actores. "Contamos con la música de Orxata Sound System, una banda valenciana de los 2000 que utilizaba sonidos muy modernos para su canciones que también incluían toques folclóricos de Valencia". Además, según han contado, "la banda se separó y eso representa muy bien la generación de la película", han concluido.

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