Huelva

El paro del transporte deja sin leche a los ancianos de Santa Teresa Jornet

Los onubenses están respondiendo ya al llamamiento lanzado desde el asilo, que necesita unos 50 litros diarios para atender a sus casi 200 residentes

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  • Fachada del Hogar Santa Teresa Jornet en Huelva. -

El paro del transporte está provocando problemas de abastecimiento en el Hogar Santa Teresa Jornet, donde residen cerca de doscientas personas mayores de la capital onubense. Ante el temor de quedarse pronto sin alimentos como la leche y los huevos, las Hermanitas de los Ancianos Desemparados, que gestionan la residencia, han lanzado un llamamiento apelando a la solidaridad de los onubenses.

Según ha explicado a Viva Huelva la madre superiora de esta comunidad religiosa, Ana María Campos, la falta de alimentos no se debe a problemas económicos sino a la imposibilidad de encontrar el producto en los almacenes que les surten. “Nosotros gastamos unos 50 litros diarios de leche y eso es imposible conseguirlo comprando cuatro o cinco cajas en un supermercado donde, además, la leche nos sale mucho más cara”, explica Campos.

Los problemas empezaron a agravarse el pasado jueves cuando el último pedido de leche que esperaba el centro no llegó por falta de suministro en el almacén. “Pensaba que la huelga se solucionaría pronto pero al ver que la cosa se alargaba me preocupé”, explica Campos, indicando que la leche supone un alimento fundamental en la dieta de los residentes.

Ante esta situación, trabajadores y voluntarios del asilo empezaron el pasado viernes a pedir ayuda a través de las redes sociales para que todo el que pueda ayude a las hermanas de Santa Teresa Jornet a conseguir lácteos y huevos para los mayores. La respuesta de los onubenses no ha tardado en llegar. “Está acudiendo mucha gente, particulares y hermandades, con cajas de leche, huevos y yogures”, afirma Campos agradecida. De hecho, la residencia ya ha cubierto, por el momento, sus necesidades de huevos y ahora solo precisa suministro de lácteos. “La leche que tenemos ahora mismo en tres o cuatro días la gastamos”, señala Campos.

La superiora de esta comunidad confía en que la situación se resuelva y llegue un acuerdo que permita la vuelta de la tranquilidad a las alacenas del asilo. Mientras tanto, encara la adversidad haciendo gala de su buen humor. “Si la huelga dura mucho más vamos a tener que comprar una vaca y ordeñarla”, afirma.

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