Málaga

El Domingo de Ramos regresa en la capital con todo su esplendor

Volvió la pasión cofrade a las calles con ansias por recuperar las dos primaveras cofrades que ha hurtado la pandemia

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La salida de Lágrimas y Favores.

Dulce Nombre.

El regreso al templo.

Protagonismo para los pequeños.

Esplendor en las calles.

El cortejo.

El esfuerzo liviano de llevar el trono.

Cristo de la Esperanza.

Entregados a la devoción.

La primera venia dos años después.

El Prendimiento.

Huerto.

  • Con muchas ganas. el buen día en lo climatológico, que fue el mejor escenario para entregarse a los tronos
  • El tiempo apunta a una buena jornada de Lunes Santos, con riesgo de lluvias a última hora de la tarde

Todas y todos tenemos ese amigo o amiga que puedes llevarte años sin ver, porque las circunstancias de la vida no las elegimos nosotros, pero que, cuando te reencuentras con ella o él pasado el tiempo, todo recobra sentido sin necesidad de forzar. Así fue el reencuentro de Málaga con su Semana Santa, con el esplendor del Domingo de Ramos. Esplendor de pasión, climatológico y en el entusiasmo que cada una de las muchas almas que ayer se echaron a las calles a disfrutar de los recorridos procesionales, pusieron en tan esperado reencuentro. 

Y así se vio desde bien temprano, desde esas misas de palmas, y también, con el encuentro con la primera, con el abrazo de Málaga a La Pollinica, aunque los traslados, y en especial los del sábado, habían anticipado lo que iba a ocurrir. Pollinica, Lágrimas y Favores, Huerto, Dulce Nombre, Salutación, Salud, Prendimiento, Humildad y Humildad y Paciencia,  devolviendo todo el sentido después de dos primaveras sin cortejos en las arterias capitalinas.

Con un mar de gente en las calles La Pollinica puso el primer hito de la tarde, en una de esas jornadas maratonianas con nueve cofradías haciendo el recorrido. Rompieron el largo silencio Nuestro Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo, que procesionó por primera vez tras la restauración de Antonio Bernal.

Domingo de Ramos que es decir protagonismo de barrios, como Capuchinos, con Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y María Santísima del Gran Perdón, que repitieron la singular imagen de sus dos grandes tronos de ocho varales discurriendo en paralelo tras su salida procesional; con  la Cofradía Nuestro Padre Jesús de La Soledad, Negaciones y Lágrimas de San Pedro, María Santísima del Dulce Nombre y San Francisco de Asís, con sus túnicas de inspiración franciscana; con Salutación y con la Cofradía del Santísimo Cristo de La Humildad en su Presentación al Pueblo (Ecce-Homo), Nuestra Madre y Señora de La Merced y San Juan Evangelista.

Ansía de tambores y cornetas con ese especial sonido de domingo grande para cada una de las cofradías, cuando a las 17.00 horas coinciden todas en las calles, con el encierro de La Pollinica culminando, que ayer se retrasó de su horario previsto, y la puesta en acción de la Archicofradía Sacramental y Seráfica de Nuestro Padre Jesús Orando en El Huerto, Nuestra Señora de La Concepción, San Juan Evangelista y Nuestra Señora de la Oliva.

También es tradición, un punto obligado para detenerse, que el Domingo de Ramos, el actor Antonio Banderas, cumpla con la tradición y asista a su cita en la Semana Santa de Málaga con María Santísima de Lágrimas y Favores, de las Cofradías Fusionadas, en la que ha reivindicado un proyecto práctico con la sociedad con la Fundación Lágrimas y Favores, porque, “para nosotros es muy importante que nuestro proyecto, el proyecto de Lágrimas y Favores tenga un contenido práctico con la sociedad y con el mundo que estamos viviendo, es muy complicado, muy difícil y nosotros desde hace ya hace catorce años estamos trabajando con la Fundación Lágrimas y Favores”.

Para la jornada de Lunes Santo todo debe volver a ser brillante para que tomen la calle la sobriedad de Crucifixión, el alegre hacer de Gitanos, Dolores del Puente, Pasión, Estudiantes,y el Señor de Málaga, El Cautivo; un Lunes Santo lleno de momentos cumbres, en especial, aquellos que se viven desde la solemnidad. Y que la lluvia anunciada para las 21.00 quede en nada.

 

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