San Fernando

Exclusiva

Mírelos a la cara y pregúntese si están pidiendo más de lo que la sociedad debería darles

Millones de personas en todo el mundo no pueden hacer una vida razonablemente normal porque la inclusión sólo está en el relato pero no en los hechos

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  • Sonia Marta Pérez Jiménez y su hijo. -

El número de personas que se beneficiarían de un Cambiador Inclusivo incluiría aproximadamente a unas 400.000 personas de avanzada edad; a 50.000 personas con dificultades de aprendizaje profundas, severas y múltiples; a 40.000 personas con distrofia muscular y afecciones neuromusculares; a 120.000 personas con parálisis cerebral; a 47.000 personas con esclerosis múltiple (1.800 casos
nuevos cada año); a 420.000 personas con una lesión cerebral adquirida (78% de los casos tienen su origen en un ictus y el 22% restante en traumatismos craneoencefálicos y otras causas). Cada año se producen 104.071 casos nuevos; a 19.000 personas con espina bífida (0,51% del total de personas con discapacidad de este país) y a 1.500 personas con enfermedad de la neurona motora.
En España más de 6 millones de personas que tienen incontinencia urinaria y entre 2 y 4 millones, incontinencia fecal.

¿Se está hablando de una reivindicación para una minoría? Alguien posiblemente podría pensarlo y estaría en todo su derecho y mal de matemáticas, pero salvaguardando ese derecho, póngase sobre la mesa que en España sólo hay dos cambiadores inclusivos aún no registrados, lo que en comparación con la cifra de personas que los necesitan dan carta de naturaleza a la labor de la Asociación para la Coordinación de Cambiadores Inclusivos (ACCI).

A nivel local, en San Fernando se presume de ser la Ciudad de la Inclusión precisamente porque en función de su número de habitantes, es una necesidad serlo de verdad habida cuenta de la cantidad de personas que recibe ayuda especializada en centros como el CRMF-Imserso, Upace, Alzheimer… Y los gobernantes actuales no han dudado en hacer bandera con la necesidad de eliminar barreras y dotar al menos de medios a las asociaciones de autoayuda. Si lo consiguen, será objeto de otro artículo.

Pero al menos, San Fernando se puede convertir en la ciudad con el tercer cambiador inclusivo de España si finalmente de instala uno de ellos en la piscina de la Magdalena.

Sonia Marta Pérez Jiménez es la representante en San Fernando de la Asociación para la Coordinación de Cambiadores Inclusivos (ACCI) y la encargada de dar a conocer no sólo este proyecto sino otros necesarios para que miles y miles de personas vivan con toda la dignidad todas las situaciones. Y saben cómo se forman este tipo de entidad sin ánimo de lucro y de autoayuda. Por la necesidad personal, a la que se van sumando otras personas que colaboran desinteresadamente hasta que puesta la proa, la asociación comienza a caminar sola y se convierte en una fuente de empleo y riqueza para la ciudad.

Así empezaron Upace, Alzheimer, Párkinson… Y les gusta explicarlo a los políticos también, como un beneficio para personas con necesidades específicas y como un polo de creación de empleo, porque en este caso más que muchos, una cosa no quita la otra. Antes bien, se precisa personal cualificado para labores muy específicas.

¿Pero qué es un Cambiador Inclusivo? Es un concepto innovador de sanitario accesible. Un baño que respeta la diversidad de las personas, explican desde ACCI.

Un Cambiador Inclusivo (CI) es un espacio amplio y seguro de higiene para uso de personas con grandes y/o complejas necesidades de asistencia en la higiene que requieren la ayuda de hasta dos personas de asistencia. Cubre las necesidades básicas para el aseo personal que actualmente los baños accesibles estándar no satisfacen.

Las instalaciones de Cambiadores Inclusivos no están diseñadas para el uso de personas autónomas o para ser utilizadas como instalaciones para cambiar pañales de bebes. La combinación de Cambiadores Inclusivos con los sanitarios estándares accesibles complementa y cubre la necesidad de distintos grupos de personas usuarias, por lo tanto, se requiere que sean provistos además y separados de los estándar sanitarios.

Hay cuatro principios básicos que diferencia los cambiadores inclusivos de los actuales “baños accesibles”. Tienen que estar instalados en ambiente seguro y limpio y contar con unos equipos adecuados (grúa, camilla para personas adultas regulable en altura, pantalla de privacidad...)  Capacidad para permitir la asistencia de hasta dos personas para la higiene personal, que serían más o menos unos doce metros cuadrados y un control de acceso gestionado y coordinado para garantizar la funcionalidad.

Los Cambiadores Inclusivos son indispensables para 1 de cada 200 personas. Actualmente muchas de ellas toman la decisión consciente de no visitar algún lugar si sienten que no tienen un ambiente limpio y adecuado para ir al baño.

Sin estas instalaciones, las personas con necesidades de apoyo en la higiene y sus familias no pueden participar en actividades que la mayoría da por sentado.

¿Y cómo funciona el mundo en este tema? En Reino Unido, a la cabeza de todos los países, hay 1.569 Cambiadores Inclusivos registrados.; en Australia, 168 Cambiadores Inclusivos registrados; en Alemania, 104; en Irlanda, 14; en Nueva Zelanda, 2 y otros dos en Costa Rica y España. En Estados Unidos se desconoce exactamente el número de unidades y en otros países están comenzado con alguna campaña puntual (Francia, Suecia..)

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