La Guardia Civil y la Agencia Tributaria en el marco de la denominada Operación ‘Estudiantino’, han desarticulado una organización criminal dedicada al tráfico de drogas por vía marítima que operaba desde la desembocadura del río Guadalquivir.
La organización utilizaba embarcaciones de recreo y semi-rígidas para introducir la droga, aparentando cualquier actividad náutica recreativa como la pesca o el buceo, para recibir su carga desde embarcaciones nodrizas y regresar a puertos deportivos.
Se han detenido a los 15 integrantes de la organización y se han intervenido más de 1.500 Kg de hachís, 2 embarcaciones, un vehículo de alta gama, una plantación de marihuana tipo indoor, 45 gramos de cocaína en roca de gran pureza, más de 1´5 kilos de cogollos de marihuana envasados al vacío y listos para su venta, una escopeta de caza con el número de serie borrado, municionada y lista para hacer fuego, 10.000 euros en efectivo, balanzas de precisión y abundante documentación y terminales móviles para su estudio.
La investigación se inició cuando los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil de Cádiz, EDOA y del Departamento de Vigilancia Aduanera, DAVA identificaron un grupo de personas con antecedentes por narcotráfico, que habrían botado una embarcación recreativa con la que realizaron actividades compatibles con la preparación de un alijo por vía marítima. Se establecieron diversos dispositivos de vigilancia con el objeto de averiguar si se trataba de un hecho aislado o si se trataría de una actividad finalmente relacionada con el narcotráfico.
En el trascurso de sus investigaciones, los agentes desvelaron la existencia de un grupo de narcotraficantes afincado en la desembocadura del río Guadalquivir, responsable de distintas actividades relacionadas con el narcotráfico, en la mayoría de sus modalidades, plantaciones indoor, menudeo de cocaína polen y marihuana, narcotráfico a mayor escala de hachís desde Marruecos…, que atendiendo al modus operandi, ámbito espacio-temporal, y jerarquía entre sus miembros, indicaban que podrían componer una organización criminal. Un elemento diferenciador de la organización investigada, era el gran conocimiento que poseían de la totalidad de los puertos deportivos de la provincia, lo que les proporcionaba la capacidad de diversificar sus operaciones de forma muy discreta.
Tras numerosos servicios y vigilancias, los investigadores, fueron localizando a cada uno de ellos y asignando a cada componente el rol que desempeñaba en la organización, así como domicilios, vehículos que utilizaban, puertos deportivos que utilizaban para preparar las embarcaciones y toda su estructura. Tras numerosos servicios y vigilancias, los investigadores, fueron localizando a cada uno de ellos y asignando a cada componente el rol que desempeñaba en la organización, así como domicilios, vehículos que utilizaban, puertos deportivos que utilizaban para preparar las embarcaciones y toda su estructura.
Los miembros de la organización salían desde un puerto deportivo de la provincia con una embarcación recreativa o una embarcación semi-rígida, tras haber montado previamente toda la operativa propia de un desembarco de hachís, preparación de guardería, vehículos, compra de terminales de “guerra” para los puntos, seguridad, etc… Una vez se alejaban lo suficiente y en unas coordenadas acordadas con los proveedores marroquíes, recogían la droga, utilizando embarcaciones dotadas de motores de gran potencia, para posteriormente realizar el trayecto hasta el puerto deportivo asegurado, donde se realizaría la descarga.
De esta forma la última parte del trayecto la realizaban de forma discreta simulando volver de una actividad recreativa de buceo o de pesca deportiva.