El despido de una trabajadora ha vuelto a reavivar la historia de desencuentro entre el vertedero de Nerva y la Cuenca Minera, que se está movilizando ante lo que considera un caso de “acoso”, según ha denunciado la ‘Comisión por el Cierre del Vertedero de Nerva, Ya’.
El último episodio de este largo conflicto social estalló el pasado 1 de julio, primer y último día de trabajo de Zulema Fariña en la empresa SIES, encargada de la limpieza en el vertedero. Esta vecina de Nerva ha hecho público un escrito en el que cuenta cómo la empresa la despidió de forma fulminante tras conocer que su familia ha mostrado abiertamente su oposición al vertedero.
En su escrito, Fariña relata cómo su familia celebró como si les “hubiese tocado la lotería” la noticia de que iba a ser contratada por SIES ya que atraviesan una delicada situación económica. “Se trataba de una oportunidad única para demostrar mi valía y las inmensas ganas que tengo de prosperar en la vida y como no, de aumentar los ingresos en mi casa, de comprar aquellas cosas que le hacen falta a mi hijo y de ver el frigorífico un poco menos vacío”, cuenta Fariña.
La nervense asegura que durante su único día de trabajo se esforzó por hacerlo bien. “La verdad es que me sentí muy bien, intentando memorizar todo el procedimiento y, por qué no reconocerlo, fantaseando sobre la posibilidad de que mi contrato se extendiese más de esos meses por los que había firmado”, prosigue.
Sin embargo, pronto llegó el mazazo. Zulema explica que de vuelta a casa recibió un mensaje de su nuevo jefe: “Hola Zulema, no puedes seguir en el servicio, me ha llamado el cliente indicando varios motivos y me ha dicho que no quiere que sigas en el servicio”.
En una conversación posterior, asegura Zulema, su jefe le explicó que a pesar de que su compañera de trabajo había informado de que hacía sus tareas bien, otra persona, del departamento de prevención, ha indicado que debían apartarla porque su familia era “antivertedero”.
Zulema asegura que desde entonces lleva varios días sin dormir. También sus padres, porque “entienden que su compromiso con la lucha antivertedero ha perjudicado, una vez más, a su familia”, Esta nervense asegura sentir sobre ella “el peso de una desgracia constante en forma de un estigma inmerecido, de una injusticia infinita” que condiciona su vida.
Fariña ha explicado a Viva Huelva que ha puesto el asunto en manos de un abogado, conocido de la familia. De momento, dice, no ha recibido más explicaciones de la empresa, que ya le ha ingresado los 22,18 euros que le corresponden por su día de trabajo. También ha podido saber que el contrato que le hicieron se acogía a una discapacidad que ella no tiene.
Fariña se siente agradecida por el apoyo que está recibiendo en su pueblo. Este jueves se celebra una concentración convocada por la ‘Comisión por el Cierre del Vertedero de Nerva, Ya’, que ha reclamado a SIES y a la empresa gestora del vertedero, Diseño de Soluciones Medioambientales (DSM), “que abandonen esta actitud de provocación hacia la ciudadanía del pueblo de Nerva”.
En un comunicado, la comisión ha asegurado que “estas acciones de acoso y derribo contra las personas que manifiestan su rechazo a las instalaciones, están siendo alentadas desde la dirección de DSM y se enmarcan dentro de una campaña de persecución y ajuste de cuentas contra quienes se posicionen públicamente en contra, así como de aquellos comercios cuyos propietarios, hayan tenido la ‘osadía’ de protestar libremente ante una situación que entienden injusta”.
Justificación
Por su parte, la empresa gestora del vertedero ha asegurado que la incorporación laboral de la trabajadora se ha paralizado “teniendo en cuenta exclusivamente criterios técnicos, profesionales y de seguridad, ya que ha sido imposible verificar el cumplimiento de los requisitos legales vigentes en materia de prevención de riesgos laborales”.
En un comunicado, DSM confirma que Fariña es “empleada de la empresa SIES, un centro especial de empleo dedicado a la inserción laboral de personas con discapacidad, de modo que no forma parte de la plantilla de DSM”. La gestora del vertedero también ha querido aclarar que no participa “en el proceso de selección de las personas que llegan a través de SIES”.
La participación de la gestora en el proceso de incorporación de Fariña, explican desde la empresa, se ha iniciado “una vez analizada la propuesta de contratación” cuando “el departamento de Seguridad de DSM ha comprobado que la trabajadora no ha completado la formación específica en esta materia, por lo que no dispone de los requisitos mínimos exigidos por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales”. Es entonces, indican, cuando se ha paralizado su incorporación.