Noche dura en Tenerife, que ganó por 3-1 e hirió de muerte (deportiva) a Pablo Guede. Un gol derivado de desajuste y error, otro de un penalti surrealista que señalaron en contra del Málaga y el tercero como estaca ante un equipo partido, roto, que jugó con uno menos porque Bustinza se autoexpulsó por doble amarilla en cuatro minutos. El gran gol de Gallar fue un trampantojo. Este club siempre es capaz de superarse: en mala fortuna, en inocencia, en errores que se pagan y en irritaciones a sus hinchas.
Fue una primera parte de relevos donde fue más peligroso el Tenerife, pero sostuvo más la batuta el Málaga, que anduvo descolocado posicionalmente y jugó con fuego. Como en casi todos los goles, que esconden un error detrás, Enric Gallego supo aprovecharlo. El corpulento ariete pescó el pase de Waldo, que dejó en el suelo a un Bustinza que se vendió muy fácil al corte. El disparo, que fue a placer ante la mirada de N'Diaye, tocó en Javi Jiménez. Otra vez se empezaba perdiendo (minuto 13).
La llegada más peligrosa del Málaga no llegó hasta el minuto 39, con un disparo al muñeco de Javi Jiménez que luego remató arriba Rubén Castro. Como en partidos anteriores, este equipo la tiene, goza de sus momentos en que parece que prepara la zarpa, pero no termina de conectar con los de arriba. Caprichos del destino, le tocó el gol casi como lotería minutos después: Álex Gallar enganchó un mal despeje rival con una volea dentro del área que fue un respiro (1-1, minuto 43). Así, se llegó al descanso con algo más de calma.
Arrancó la segunda mitad más vertical el conjunto de Guede, insistiendo más por banda con centros laterales. Pero cuando pinta todo bien, lo del Málaga es siempre susceptible de empeorar. En un minuto casi se marca en propia y vino la acción de la expulsión de Bustinza, que llegó tardísimo y ya tenía amarilla. Eso maniató de pies y manos y obligó a los cambios, tres de golpe con Juande, Loren y Genaro.
Nada más entrar, Zúñiga tuvo la primera. Aquella iba a ser una ruleta rusa: había que ir a por el partido con uno menos en el campo, pero fue el partido el que atropelló al Málaga cual perro flaco al que todo son pulgas. En una serie de catastróficas desdichas, el árbitro señaló un polémico penalti que convirtió Enric Gallego (2-1, minuto 75) y que solo vio el del silbato. La acción solo había que verla en una toma para ver que ni siquiera hubiera sido falta si hubiera sido en el centro del campo. El VAR puede que sea el mejor invento... siempre y cuando no esté en las manos equivocadas.
Con el partido roto, el canterano Teto cerró con el 3-1 que indicó muy tarde el VAR, con un Caparrós Hernández que acabó siendo protagonista. Se trata de la tercera derrota consecutiva y queda muy tocado y hundido Guede, que, si continúa en el cargo, le espera una bronca el sábado en La Rosaleda... y contra Ontiveros.
Ficha técnica:
3 - CD Tenerife: Soriano; Mellot, Calos Ruiz, Sipcic, Nacho; Waldo (Appiah, m.72), Alexandre (Larrea, m.68), Aitor Sanz, Teto (Aitor Buñuel, m.89); Borja Garcés (Iván Romero, m.68) y Enric Gallego.
1 - Málaga CF: Manolo Reina; Juanfran, Escassi, Bustinza, Javi Jiménez; Álex Gallar (Chavarria, m.64), Febas, N'diaye (Dani Lorenzo, m.83), Fran Villalba (Genaro, m.64); Rubén Castro (Loren,m.64) y Fran Sol (Juande, m.64).
Goles: 1-0, min.17: Enric Gallego. 1-1, min.42: Alex Gallar. 2-1, min.76: Enric Gallego, de penalti. 3-1, min.85: Teto.
Árbitro: Iván Caparrós Hernández (Comité Territorial Valenciano).Expulsó al malacitano Bustinza (m.58) por doble cartulina amarilla, amonestó además al local Iván Romero (m.90+2), y a los visitantes N'diaye (m.82) y Dani Lorenzo (m.90+3).
Incidencias: Partido de la sexta jornada de LaLiga SmartBank disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 10.177 espectadores
