En términos absolutos, en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2009, el servicio procedió a la recogida de un total de 1.609 animales abandonados en la ciudad, entre ellos 332 muertos, de los que el 90 por ciento eran perros y el resto gatos en su mayoría.
Por meses, el periodo de mayor incidencia de animales abandonados en la vía pública correspondió al periodo estival entre julio y septiembre, cuando muchas familias se deshacen de sus mascotas por coincidir con el inicio de las vacaciones. En este periodo se contabilizaron 485 retiradas, por las 336 del primer trimestre, las 430 del comprendido entre abril y junio y las 358 del último trimestre del año.
Más adopciones
De igual forma la franja con un mayor número de adopciones fue la comprendida entre enero y marzo con 136, aunque, al margen de la temporada estival cuando se totalizaron 86 adopciones, se ha mantenido una tónica bastante similar en el resto del año, con 134 adopciones en el periodo de abril a junio y 122 en el último trimestre. Por ello, sólo han tenido que ser sacrificados e incinerados 279 ejemplares de entre los retirados vivos, en lo que ha influido el efecto que vienen surtiendo las medidas adoptadas desde hace meses por Chiclana Natural para fomentar la adopción de los animales. Así, la empresa municipal asume los costes de la desparasitación, vacunación y esterilización de los ejemplares que lo precisan, una vez son localizados y van a ser adoptados.
Igualmente destacable es la tarea de facilitar adoptantes de las asociaciones en defensa de los animales que operan en la Bahía de Cádiz, caso de Khatucai, Adoptalo.com, Pequeños peludos o Kimba, que contribuyen a paliar el abandono animal, y que incluso facilitan la adopción fuera del territorio nacional, fundamentalmente en Alemania.
No obstante Chiclana Natural destaca que el principal problema de fondo que persiste en el abandono animal lo acarrean quienes confunden un cachorro con un juguete, sin entrar a valorar la interacción que provoca en sus vidas y la responsabilidad aparejada del cuidado de una mascota que también crece, requiriendo de un cuidado y una atención permanente.