Según denunció ayer el comité de empresa de CTM, los ataques se están produciendo concretamente en las líneas 7 y 8 que pasan por la barriada de El Saladillo, sobre todo a la altura de la calle Antonio Machado.
Desde entonces, media docena de autobuses han resultado dañados en sus cristales con el consiguiente peligro que conlleva para los usuarios y para los propios conductores de la línea, algo que además provoca “un temor a usar el servicio”.
El modus operandi que denuncian los conductores comienza cuando un grupo de adolescentes cortan el tráfico en un paso de cebra. Al frenar el conductor del vehículo otros cuantos adolescentes aprovechan el momento para lanzar piedras contra las lunas de los autobuses.
Aunque los actos vandálicos han sido denunciados a la Policía Local y los agentes se han personado a su llamada, los conductores de estos autobuses aseguran sentir “miedo e intranquilidad” al pasar por determinadas calles pues “los niños se te ponen delante en actitud desafiante, mientras otros aprovechan para apedrearte”.
Desde el comité de empresa de CTM se exigió ayer que se tomen las medidas de seguridad necesarias para que ni conductores ni usuarios se encuentren en ningún peligro, “para evitar que cualquier día se produzca un lamentable accidente”.
Igualmente, solicitaron un encuentro con el delegado de Movilidad Urbana del Ayuntamiento, Javier Soto, al objeto de trasladarles su inquietud ante este problema y de poder estudiar medidas para erradicarlo.