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Andalucía supera los 700.000 parados y alcanza los niveles de 2000

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El paro en Andalucía subió en 86.600 personas en el tercer trimestre (14,01%) hasta situarse el número de desempleados en 704.600 personas, el mismo nivel que hace ocho años, y en ese trimestre también se destruyeron 40.400 empleos (1,27%) y la cifra de ocupados bajó a 3.140.000.
Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), difundida ayer por el Instituto Nacional de Estadística, la tasa de paro se situó en el 18,33%, la más alta registrada desde el cuarto trimestre de 2003.
En un año (septiembre de 2007 sobre el mismo mes de 2008) el desempleo ha subido en Andalucía en 240.400 personas (51,79%) y la ocupación ha caído en 88.400 (2,74%).

En el conjunto de España, el desempleo aumentó en el tercer trimestre en 217.200 personas, un 9,12 por ciento, con lo que el número total de parados se situó en 2.598.800 y la tasa de paro en el 11,33 por ciento.
En el tercer trimestre de 2008, la población activa en Andalucía era de 3.844.600, 46.100 más que el trimestre anterior, un 1,21 por ciento, y en un año ha crecido en 152.000 personas (4,12 por ciento).
El mercado de trabajo andaluz no ha podido absorber el incremento de la población activa, que ha ido a engrosar las listas de parados, así como los ocupados que han quedado en el desempleo en el último año.
La tasa de actividad de la región se sitúa de esta forma en el 57,62%, con 3.140.000 ocupados.
Del total de desempleados andaluces, 353.700 son mujeres y 350.900. Por provincias, el paro se incrementó en Huelva (31,27%), Almería (24%), Málaga (15,62%), Córdoba (13,56%), Granada (13,31%), Jaén (11,96%), Sevilla (11,93%) y Cádiz (4,71%).

Respecto a los datos por provincias, durante el tercer trimestre la creación de empleo aumentó un 3,13% en Málaga; un 0,31% en Cádiz y un 0,26% en Jaén; mientras que descendió en Huelva (-6,87%), Almería (-4,94%), Sevilla (-2,97%), Córdoba (-2,25%) y Granada (-1,29%).
Los datos del paro del tercer trimestre del año “son malos y negativos sin paliativos” y se deben al “ajuste brutal en la construcción” y a un fuerte aumento de la población activa, según el presidente andaluz, Manuel Chaves.

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