Cádiz

Nace el primer bebé sin distrofia muscular tras un diagnóstico embrionario

Un equipo del Hospital Quirón ha conseguido el primer nacimiento en España de un bebé libre de una distrofia muscular facio-escápulo-humeral (DFSHC), una degeneración genética de los músculos que sufren varios miembros de su familia, gracias a un diagnóstico genético embrionario preimplantacional.

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Un equipo del Hospital Quirón ha conseguido el primer nacimiento en España de un bebé libre de una distrofia muscular facio-escápulo-humeral (DFSHC), una degeneración genética de los músculos que sufren varios miembros de su familia, gracias a un diagnóstico genético embrionario preimplantacional.

El nacimiento de Carla se produjo el 9 de marzo y no tiene precedentes en España, según han explicado los doctores Ramón Aurell, jefe de la Unidad de Reproducción Asistida del centro, y Carlos Giménez director científico de Reprogenetics, un centro especializado en diagnósticos genéticos preimplantacionales.

La niña está sana de esta patología y además no es portadora de la enfermedad, por lo que el día de mañana no tendrá que hacer ninguna prevención con respecto a ella.

La madre del bebé, que ha presentado a la niña a los medios de comunicación, ha declarado a Efe que tener a su hija en brazos le parecía “un milagro” y que esperaba poder tener otro hijo dentro de dos años, cuando estuviera recuperada y los médicos lo autorizaran.

Ramón Aurell ha explicado que la historia de la niña, que ha definido como “un milagro de la ciencia”, empezó en 2008 cuando una pareja joven acudió al centro porque quería tener un hijo sano.

“Estaban muy preocupados -ha relatado el médico- porque el padre y una abuela tenían una enfermedad hereditaria, una DFSHC, y sus futuros hijos tenían un 50% de posibilidades de padecerla también”.

Los médicos decidieron que para evitar que el bebé pudiera tener la enfermedad lo mejor era realizar un tratamiento de fecundación in vitro, y para ello se inseminó un óvulo de la madre con semen del marido, para poder realizar un diagnóstico genético embrionario previo a su implantación en el útero materno.

De este tratamiento se lograron siete embriones, uno no fue viable, y se analizaron los seis restantes, de los cuales, tres estaban libres de la enfermedad. De éstos, recuerda el doctor Aurell, se transfirieron dos en julio de 2009, y el embarazo continuó hasta el nacimiento de Carla.

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