Cuando en España sean las 02.00 de la madrugada del domingo pasarán a ser las 03.00, con lo que la diferencia con el horario GMT, que marca el Meridiano de Greenwich, será de dos horas en vez de una.
Una directiva de 2001 estableció que el último domingo de marzo y octubre, es decir dos veces al año, se llevaría a cabo el cambio de horario.
Así, la Comisión Europea asumió la tarea de armonizar la fecha de inicio del cambio al horario de verano, que en un principio cada país decidía entre marzo y abril, provocando problemas para compaginar los horarios de los trenes que cruzaban Europa, entre otras perturbaciones.
El ahorro energético mediante un menor consumo en iluminación es el principal objetivo de esta medida, que se empezó a generalizar el mundo a partir de 1974, tras la primera crisis del petróleo.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) estimó que España puede reducir hasta un cinco por ciento su consumo de electricidad con la adopción del horario de verano, lo que se traduciría económicamente en un horario de 300 millones de euros.