El Ayuntamiento de Cádiz tardó en decretar la vuelta a la normalidad pre pandémica en 2022. La Cabalgata de Reyes Magos, la del oso perjudicado, no tuvo caramelos. Y febrero no tuvo Carnaval oficial. Pero ambos eventos fueron multitudinarios, como lo fue la Semana Santa, pese a que alguna jornada, pasada por agua, se malogró, y los problemas de la carga abrieron un agrio debate sobre el futuro.
La polémica quedó zanjada unos meses después, tras un verano esplendoroso, con música en el muelle, playas abarrotadas y visitantes de toda la geografía nacional ajenos a la polémica por la moratoria de los pisos turísticos en tramitación entonces, en vigor ya en otoño, interesados en la oferta de ocio (con el Carnaval -oficial- en camiseta como principal atractivo) y gastronómica, de tal calidad esta última especialmente que hasta se ha ganado una Estrella Michelín. La coronación de la Virgen de Las Penas sirvió de aperitivo para un septiembre cofrade donde las hermandades demostraron en la Procesión Magna que aquí se cumple bajo el paso y con el reloj en la mano.
La ciudad consolidó, igualmente, su idilio con la organización de Sail GP y se creció: en solo un mes, el equipo de Gobierno se desplazó a Madrid para presentar la candidatura del Carnaval como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y el Congreso Internacional de la Lengua Española con vistas a 2025. Pero diciembre trajo un regalo adelantado de Reyes y finalmente será sede en marzo de 2023 por la inestabilidad política en Perú. Un exitazo.
El año ha dejado, además, buenas noticias. Tras la marcha de Cervera, el Cádiz CF logró la permanencia. En cuanto a inversiones, hubo acuerdo para desatascar los proyectos de Valcárcel universitaria y las viviendas del Cerro del Moro, gracias a sendos acuerdos entre administraciones. Y al fin, se adjudicó el contrato de limpieza. También hubo malas noticias, claro. Se cerraron los juzgados de San José y la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y el Cádiz CF se enfrentan, todavía, por los terrenos de Delphi para destinarlo al almacenamiento de graneles o para construir una ciudad tecnológica del deporte. La luz también se puso por las nubes para los clientes de Eléctrica de Cádiz. Y la obra de Plaza de España hace aguas.
Capítulo aparte merece la política. Kichi decidió no presentarse a la reelección y sacudió el tablero político: las próximas elecciones municipales son las más abiertas de los últimos años, de hecho. Y el PP barrió en las elecciones autonómicas. Los populares sueñan con recuperar la Alcaldía, aunque eso, como el nombramiento de su candidato, es cosa del próximo año.