Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

Honran en la Catedral a Benedicto XVI como "defensor de la verdad y maestro de la fe"

El arzobispo hispalense defiende que el difunto papa emérito "supo aunar siempre tradición y modernidad"

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai

La misa en la Catedral.

La misa en la Catedral.

La misa en la Catedral.

La misa en la Catedral.

La misa en la Catedral.

La misa en la Catedral.

La misa en la Catedral.

La misa en la Catedral.

La misa en la Catedral.

La Catedral de Sevilla ha acogido este martes una misa en memoria del papa emérito Benedicto XVI, fallecido el pasado 31 de diciembre a los 95 años de edad, que ha sido presidida por el arzobispo de la Archidiócesis hispalense, José Ángel Saiz, y concelebrada por el arzobispo emérito, Juan José Asenjo. Una ceremonia que ha servido para honrar a Benedicto XVI como "defensor de la verdad y maestro de la fe y la razón", así como para ensalzar su "altura intelectual y entrañable humildad".

A la eucaristía han acudido diversas autoridades civiles y políticas, entre ellas, el alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz; la consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, Patricia del Pozo; o la delegada territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta, Minerva Salas.

Durante la misa, acompañada por el Coro Catedralicio, el arzobispo de Sevilla ha definido a Benedicto XVI como "un hombre sabio, bondadoso y valiente", dotado de "un carisma que hizo fructificar a lo largo de su vida y su pontificado"; algo que según sus palabras ha quedado "comprobado" por su "profunda espiritualidad, altura intelectual y entrañable humildad".

Benedicto XVI, según las palabras del arzobispo hispalense, "vivió unido a Jesucristo, configurado sacerdotalmente a él" y poniendo siempre "el acento en la centralidad de Cristo".

El arzobispo de Sevilla ha repasado las tres encíclicas publicadas por el difundo papa emérito, exponiendo que la trayectoria de Benedicto XVI refleja su "cooperación apasionada con la verdad, con toda la fuerza de su corazón y de su intelecto"; así como "su profunda actitud abierta al diálogo con la cultura y con la ciencia, tendiendo puentes sin miedo" alguno.

En ese sentido, José Ángel Saiz ha defendido que Benedicto XVI fue un "auténtico colaborador de la verdad" en un mundo marcado por "una crisis de la verdad, en el que sólo parece tener cabida el relativismo". "Defendiendo la verdad, ha defendido al ser humano", ha razonado el arzobispo hispalense, enfatizando que para el difunto papa emérito, la verdad era considerada como todo "un tesoro".

Igualmente, ha destacado que Benedicto XVI "supo aunar siempre tradición y modernidad" e "insistió una y otra vez en la aplicación de la hermenéutica de la continuidad en lugar de la ruptura", defendiendo que sus palabras a los jóvenes al comenzar su ministerio allá en abril de 2005, en las que les invitaba a no tener "miedo a Cristo" porque el mismo "no quita nada y lo da todo", siguen de "plena actualidad" a día de hoy.

Así, el arzobispo José Ángel Saiz ha definido al difunto papa emérito como un "defensor de la verdad y un maestro de la fe y de la razón", rememorando sus últimas palabras, dedicadas precisamente a Cristo.

José Ángel Saiz y el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, asistieron el pasado 5 de enero al funeral por la muerte del papa emérito, celebrado en la Basílica de San Pedro del Vaticano y oficiado por su sucesor, el papa Francisco.

La delegación de la Iglesia en Sevilla que participó en las exequias, un funeral solemne, pero también sobrio "para respetar la voluntad del Papa emérito", tal como destacaron fuentes vaticanas, estuvo encabezada por el arzobispo, al que acompañaron el vicario general, Teodoro León, y el secretario general y canciller, Isacio Siguero.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN