Cádiz

UGT y CCOO no admiten más retrasos ante el riesgo en la salud de los hosteleros

UGT y CCOO exigieron ayer al Gobierno que prohíba ?urgentemente? fumar en los espacios públicos cerrados ante el ?riesgo intolerable? que supone el humo del tabaco para la salud de los 800.000 trabajadores de la hostelería de España, contemplado este problema desde la Ley de Protección...

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UGT y CCOO exigieron ayer al Gobierno que prohíba “urgentemente” fumar en los espacios públicos cerrados ante el “riesgo intolerable” que supone el humo del tabaco para la salud de los 800.000 trabajadores de la hostelería de España, contemplado este problema desde la Ley de Protección de Riesgos Laborales.

Los secretarios confederales de Salud Laboral de UGT y CCOO, Marisa Rufino y Pedro Linares, respectivamente, junto a la presidenta del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), María Ángeles Planchuelo, ha manifestado, en una rueda de prensa, que la reforma de la Ley Antitabaco no puede admitir más retrasos.

Todos ellos han querido “tomarle la palabra públicamente” a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, quien se comprometió a aprobar esta medida en junio, para que no se escude en posibles “resquicios” en el consenso o en “tiempos parlamentarios” que impidan su aplicación.

Rufino apuntó que el humo del tabaco tiene más de 4.000 sustancias tóxicas, de entre las cuales alrededor de 64 son cancerígenas.

“Si lo contemplamos desde el ámbito de la Ley de Protección de Riesgos Laborales, los trabajadores de la hostelería, el ocio y el juego estarían expuestos a productos químicos y cancerígenos de un riesgo considerado intolerable”, aseveró.

Sin embargo, ha señalado que el humo no está contemplado por la Ley como un “riesgo” para la salud del trabajador, lo que hace que no haya inspecciones, ni planes de prevención, ni vigilancia, ni evaluación sobre este problema en las empresas.

Las cardiopatías, cánceres, bronquitis o asma, entre otras patologías causadas por el tabaquismo pasivo, están consideradas como “enfermedad común” cuando, en realidad, deberían tener calificación de “enfermedad profesional” para quienes pasan entre 8 y 10 horas en un barra o atendiendo mesas.

Linares esgrimió que presencias mucho menores en el entorno laboral de otras sustancias dañinas, como el amianto o la sílice cristalina, conllevarían incluso el cierre de un local, según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, mientras que el “grave problema” del humo del tabaco no está considerado como un riesgo.

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