Cinco bomberos de los Graf fallecieron el 21 de julio de 2009 en el incendio originado en Horta de Sant Joan (Tarragona), y un sexto quedó herido de gravedad, en un caso que investiga una juez de Gandesa tras descubrirse que el fuego fue intencionado.
Al ser preguntado si se sintió presionado por los cargos políticos de la Generalitat, Farràs ha dicho que “sí”, que le condicionaron “sobre lo que tenía que decir o no”.
El alcalde aseguró ante la jueza que, en el transcurso de una cena que hubo tras el incendio y a la que asistieron el presidente de la Generalitat, José Montilla, su vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira, y el conseller de Interior, Joan Saura, este último le instó a modificar su relato de los hechos, ya que había declarado que vio “descoordinación y relajación”.
Según el acta, Farràs se negó ante Saura a cambiar su versión y, el día después de la cena, el secretario de Interior, Joan Boada, insistió en que debía hacerlo.