Así lo indica el escueto parte médico facilitado ayer, que sólo añade que el diestro permanece ingresado en el Servicio de Medicina Intensiva del hospital.
Aparicio pasó el sábado "tranquilo y aliviado por calmantes" y llegó a recibir algunas vistas de personas muy allegadas, entre otras las de su hermana Pilar y su mozo de espadas Francisco José García Niño de Las Ventas, con quienes se comunicó por señas, ya que todavía no puede hablar.
El percance de Julio Aparicio, hace dos días, sobrevino cuando toreaba con la muleta al primer toro de la tarde. Perdió pie y cayó al suelo y, al levantarse, el animal le arrolló de frente y le alcanzó de lleno con un pitonazo seco y certero.
El pitón, que le entró a la altura del cuello, le salió por la boca afectándole a la lengua, el paladar y el maxilar superior.
Fue operado primero en la misma enfermería de la plaza y, después, en el Hospital 12 de Octubre, durante casi seis horas.