Publicidad Ai

España

?Retorno a Hansala?

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
No pensaba yo que necesitara ver Retorno a Hansala, el último trabajo cinematográfico, si no estoy en un error, de Chus Gutiérrez, para caer en la cuenta de que el drama humano causado por la inmigración ilegal desde África a Europa a través del Estrecho de Gibraltar sigue siendo actualidad y está, pues, en cartelera. Y digo que no lo pensaba porque creía estar ya lo suficientemente sensibilizado ante este problema, no porque lo hubiera olvidado.

Me equivocaba. El pasado martes, 2 de diciembre, tuve el privilegio de poder asistir a su preestreno  y me sentí más que conmovido con la historia que con tan buen tino Chus lleva a la gran pantalla. Es verdad que la proximidad puede acentuar la gravedad de una tragedia, pero también trivializarla, y es eso lo que nos ha podido pasar por acá a muchos con el triste asunto de las pateras y los inmigrantes que se dejan la vida tratando de cruzar esa franja de mar que separa el reino de la abundancia y el despilfarro del reino de la pobreza y la miseria, sin que la difusión de noticias al respecto, mejor explotadas que periodísticamente tratadas por los medios, haya surtido un óptimo efecto en lo que a despertar conciencias se refiere, sino más bien al contrario. Retorno a Hansala no es una obra de denuncia, y creo que hay que agradecerle a su autora que así sea, porque  soy de los que opinan que no es ése el cometido ni del cine, ni de la literatura, ni del arte, aunque cumple esa útil función y, además, divierte, emociona y entretiene. ¿Qué más podría pedírsele? Acertó la realizadora granadina con el proyecto y lo hizo también con la elección del equipo para convertirlo en realidad, especialmente con la inclusión en el reparto de José Luis García Pérez, como protagonista, un actor con un nombre de lo más corriente –un conocido mío diría que de los menos apropiados para triunfar en el mundo de la farándula–, pero un talento para la interpretación que recuerda al de los más clásicos de la cinematografía nacional y que apunta muy alto, y, por supuesto, de Farah Hamed, como su partenaire, todo un feliz descubrimiento. La prueba es la acogida que la cinta está teniendo en los certámenes en los que hasta ahora ha sido presentada. Me gustó la película y, por si mi parecer cuenta para alguien, la recomiendo.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN