El portavoz ha asegurado que aún así el ejercicio militar, en el que participaban seis tornado F-3 de la real fuerza aérea británica, se pudo realizar ya que Marruecos permitió la utilización de su espacio aéreo en la zona.
"Pedimos la autorización de vuelo a España, que controla el espacio aéreo de la mitad norte de la zona [prevista para el entrenamiento] y simultáneamente a Marruecos, que controla la mitad sur. Los marroquíes nos autorizaron a volar en su espacio aéreo pero los españoles rechazaron nuestra petición", relató el portavoz. El ejercicio militar "fue un gran éxito", añadió.
El Ministerio de Asuntos Exteriores minimizó lo ocurrido, asegurando que España nunca permite sobrevolar su territorio a aviones militares británicos en la zona de Gibraltar.
El incidente se produce en medio de la tensa relación entre España y las fuerzas militares británicas en el Peñón.
Disparos a la bandera
El 17 de noviembre del año pasado se produjo uno de los momentos más tensos, cuando soldados de la Armada británica dispararon contra una bandera rojigualda , aunque el embajador de Reino Unido asegurara que se trataba de una boya.
El diplomático añadió entonces que se trataba de uno de los ejercicios de tiro que realizan con periodicidad las patrulleras de la Real Armada británica. Según Giles Paxman, en el curso del ejercicio se utilizó como blanco una boya con un distintivo marino con los colores amarillo y rojo que, pese al parecido, no era una bandera de España.
Pero se han producido más episodios que han continuado elevando la tensión entre cuerpos y fuerzas de seguridad españoles y británicos en la zona. Por ejemplo, la dotación de una patrullera de la Guardia Civil fue retenida en diciembre casi dos horas por la policía gibraltareña cuando los agentes uniformados del instituto armado se adentraron en el Peñón durante la persecución en caliente de una supuesta lancha de narcotraficantes.
