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Los policías que ayudaron a Vedran Smailovic en Torremolinos: una historia de empatía

Unos agentes auxilian al músico que se hizo famoso tocando en la Guerra de Bosnia para las víctimas y al llegar a Málaga fue estafado con el alojamiento

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Con los agentes que le auxiliaron.

Vedran firma su agradecimiento.

Con el agente.

Auxiliando y acompañando.

“La moraleja de esta historia es cómo la vida le ha devuelto ese gesto tan humano que tuvo durante los tiempos de la guerra”. Con esta frase resume M.A. Gamero, subinspector de la Policía Nacional lo acontecido tras auxiliar a un hombre y su cuidadora que reclamaron ayuda de una patrulla, en la que también estaba A. J. Urbano, en el corazón de Torremolinos.

Fue el pasado día 12 de septiembre cuando en inglés atendieron a Vedran Smailovic, un personaje peculiar por su vestimenta y aspecto, en silla de ruedas, con una ayudante y cargados de equipajes que les refirieron que el apartamento que habían alquilado para pasar unos días por 500 euros, no estaba disponible y habían sido objeto de una estafa.

Entonces, Gamero, que comenta a Viva Málaga que pudo, como es normal, indicar a los afectados que acudieran a Comisaría a denunciar lo ocurrido, dio una muestra de empatía, de la humanidad que asiste a unos agentes que no olvidan su lema de ‘Servir y proteger’ y, con su teléfono móvil realizó varias llamadas hasta encontrar un hotel adaptado en el que pudieran pasar los días previstos.

Comprobaron que se encontraba a 750 metros y echaron mano de la silla de ruedas, cogieron el equipaje para acompañarlos hasta el Hotel El Pozo; es en este trayecto, y todo el tiempo hablando en inglés, donde Vedran pregunta a los agentes que si lo conocen y les invita a buscar sus datos en Google.

Y es que Smailovic tiene detrás una de esas historias llenas de humanidad, de drama y de grandeza: es un violonchelista de Sarajevo que presenció cómo el 26 de mayo de 1992 una bomba acabó con la vida de 22 civiles en plena guerra de Bosnia, cuando hacían cola en una panadería. Una historia que circula por Internet en vídeos, que cuenta con libros que la relatan, que generó una composición musical solo para él  y que según el propio implicado, ha despertado interés para ser llevada al cine en EEUU.

Con todo ese conocimiento, se pone la comitiva en marcha con los policías tirando de la silla de rueda alrededor de una abarrotada plaza y que observa con curiosidad el cortejo, mientras que el músico Bosnio va relatando “en un tosco inglés fruto de sus años residiendo en Irlanda, la historia de su apasionante vida”.

Vedran deja este martes como vino hace una semana, en avión, Málaga, pero estos días ha mostrado su agradecimiento a los agentes que le prestaron su ayuda, hasta el punto que toda vez que Gamero llama al día siguiente a la recepción del alojamiento para saber cómo se encuentra, recibe la respuesta de que quiere contactar con ellos. Firma en el libro de agradecimientos de la Comisaría de Torremolinos y asegura que, una vez regresado a su casa, escribirá cartas contando el comportamiento de los policías  (“asegura que en ningún país se han comportado tan bien como aquí con él”) a las instituciones gubernamentales con las que tiene contacto.

Como señala Gamero, “uno puede llegar hasta donde quiera, dar indicaciones o mandarlo a comisaría, o te puedes implicar un poco más”, como en este caso, en el que se pusieron en la piel de los afectados pusimos, empatizaron, no lo dudaron, buscaron el alojamiento y empujaron sin rubor la silla de ruedas.

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