“No vengas mañana al colegio”, avisó un menor a su compañero en el IES Elena García Armada de Jerez de la Frontera el día antes de llevar a cabo un apuñalamiento múltiple que ha consternado a toda la comunidad educativa. Los hechos que le llevaron al presunto agresor a actuar son del todo desconocidos, aunque Rosario Coca de la Torre, directora del centro, asegura que “sufría bullying”, lo que ha vuelto a resaltar la importancia de erradicar una problemática social que ha terminado por trascender más allá de las aulas para convertirse en una responsabilidad de todos.
Desde la delegación de Educación de Chipiona, se ha puesto en marcha una iniciativa para frenar el acoso escolar, en colaboración con la Asociación anti bullying de Sanlúcar de Barrameda (ABSA) y representantes de las AMPAS de los diferentes centros educativos de la localidad. Mancharon un cartel titulado ‘Todos contra el bullying’ con las manos pintadas para mostrar su rechazo a esta pesadilla a la que se enfrentan muchos alumnos en su día a día. “Si queremos tener un futuro hay que pensar en los niños y niñas y su ambiente. Y en el ámbito escolar están ocurriendo cosas y quiero transmitir a toda la comunidad educativa que estamos aquí con ellos y con las familias”, aseveró Virginia Porras, delegada de Educación.
La meta es evitar situaciones como la que vivió en sus inicios ABSA, una asociación que nació del caso personal de una familia de Sanlúcar que no encontró apoyo para hacer frente al acoso diario que sufría su hijo. En la actualidad, ya han atendido a más de 100 familias de la provincia y alrededores. Su objetivo es ofrecer herramientas para combatir el bullying, apoyar a las familias objeto de esta lacra y, sobre todo, trabajar con los acosadores para intentar erradicar esta violencia tan silenciosa, pero de mucha gravedad.