PSOE
Los resultados del pulso interno dentro del PSOE se resolverán tras los comicios locales, cuando se conozca si el movimiento del anterior subdelegado de Gobierno de la Junta en la comarca y ahora alcaldable socialista, Rafael España, obtiene los resultados que éste espera o si finalmente se queda compuesto y sin cargo.
En una cadena de acontecimientos donde la tensión fue creciente, España no quedó conforme con la intención de mantener al hasta ahora alcalde, Tomás Herrera, como cabeza de lista.
Contraviniendo la norma interna no escrita del PSOE de mantener a los candidatos que gobiernan, España hizo una arriesgada apuesta que finalizó con un órdago que completó al presentarse a sí mismo como candidato, si bien será su delfín Diego Sánchez Rull quien maneje el timón de la Alcaldía hasta las siguientes elecciones locales.
Sin duda, el PSOE ha puesto en marcha una complicada maniobra toda vez que Herrera casi logró la mayoría absoluta en los últimos comicios locales y mantuvo su posición predominante en las pasadas elecciones europeas. A esto se suma que su figura de gestor le alejaba del desgaste del partido a nivel nacional como consecuencia de la crisis y del ejercicio de Gobierno.
Además, España carece ahora de cargo desde el que presentar sus proyectos ya que no es edil de la corporación municipal, y tampoco podrá utilizar el púlpito de la Subdelegación como trampolín para mantener una presencia en los medios.
PP
Desde las filas populares, el proceso de enfrentamiento interno del PSOE se aprecia como una ventaja notoria de cara a los próximos comicios.
El alcaldable del PP, José Ignacio Landaluce, espera poder recoger los frutos de su gestión en la oposición municipal, a la par que verse indirectamente beneficiado por la nítida línea ascendente de su partido a nivel nacional.
Paralelamente, los populares buscarán ahondar en la crisis interna del PSOE para tratar de arañar los votos suficientes que le proporcionen una mayoría con la que alcanzar el Gobierno la única gran población andaluza que todavía no han dirigido.
Como elementos en contra del candidato popular destaca que ya perdió unos comicios como cabeza de lista, a lo que se une cierto desgaste al ejercer una dura labor de oposición y un equipo en el que la ciudadanía puede apreciar cierto grado de carencia de renovación interna.
IU
En IU, Inmaculada Nieto volverá a encabezar las listas de la coalición de izquierdas después de lograr la unidad en el bloque tras cercenar la alternativa que encarnó en las pasadas elecciones Andrés del Río.
En contra de Nieto se presenta su enorme desgaste como concejal delegada de Cultura, una cuestión nada marginal si se tiene en cuenta el número de componentes de los colectivos a los que no ha tenido a bien recibir durante este mandato.
Además, a expensas de la decisión de Julio Martínez Fírvida, el equipo de Nieto sufrirá la baja de su portavoz en los plenos, Javier Soto, si bien esto podría convertirse en una fortaleza dado la innumerable cantidad de quejas protagonizadas por la gestión del edil saliente.
Por otra parte, IU firmó un pacto de Gobierno con el PSOE pero parte de las consignas que planteaban en el programa tuvieron que aparcarse para tender puentes y lograr estabilidad municipal en la corporación. A esto se sumó que la realidad municipal le impidió realizar una de sus propuestas municipales más cacareadas: la realización de una auditoría municipal que revelara el verdadero estado de las finanzas locales.
PA
Finalmente, el candidato del PA, Hermenegildo González se presenta a las elecciones con la intención de recuperar parte de la confianza del electorado perdida tras la marcha de Patricio González de la formación y la disgregación de la vieja guardia andalucista en diferentes plazas.
La lista de la formación andalucista es, sin duda, la que presenta mayor incertidumbre en cuanto a resultados, ya que no cuenta con representación en la corporación pero espera hacerse con varios ediles, que podrían ser claves en la formación de un equipo de Gobierno estable tanto para el PP como para PSOE. Eso sí, el listón a superar es tan bajo que casi cualquier resultado se recibirá como una victoria parcial.
