Según han informado hoy los dos diarios regionales, los facultativos no pudieron hacer nada por salvar la vida de la niña que, según fuentes citadas por el diario "Hoy" sufría una dolencia que también hubiera ocasionado su muerte aunque hubiera nacido en el centro hospitalario.
No obstante, desde la Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura sólo se confirma el fallecimiento del bebé, y no se entra a valorar la actitud de los padres, ya que se entiende que es una decisión personal.
Por su parte, el fiscal superior de Extremadura, Aurelio Blanco, ha precisado que "si uno decide que va a tener un hijo en su casa, tiene que asumir también los riesgos que puedan surgir después en el caso de que algo vaya mal o que haya alguna complicación en el parto".
"En principio, no creo que haya ninguna objeción que hacer -a que un bebé nazca en su casa-, cada uno es libre de tomar sus propias decisiones, pero también tienen que valorar los riesgos que puedan tener", ha planteado.
En este sentido, ha puesto el ejemplo de alguien que decide libremente conducir a una velocidad superior a la permitida.
"No le excluye que tenga que asumir después los riesgos de las consecuencias que se deban derivar de esa negligencia o de esa imprudencia, pues éste es un caso parecido".
Sobre si los padres podrían haber incurrido en un presunto delito de imprudencia, ha indicado que, "de haber algo, supongo que será una imprudencia, pero esto son puras conjeturas", ya que ha insistido en que todavía es "prematuro" para hacer este tipo de consideraciones.
Blanco ha manifestado que, seguramente, el juzgado de guardia correspondiente habrá abierto ya una investigación, ya que es así siempre que hay una muerte violenta o sospechosa.
A la vista de los informes periciales y técnicos, decidirá después, según el fiscal, si hay materia para la apertura de un proceso penal.