La incidencia de la diabetes en Andalucía ha alcanzado proporciones preocupantes, desafiando la salud pública en una de las comunidades más avanzadas de España. Para arrojar luz sobre esta creciente preocupación, visitó el plató de 7TV Málaga el doctor Diego Fernández, Jefe de Servicio de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Xanit de Benalmádena, quien compartió sus perspectivas sobre la situación y las medidas que se están implementando para un mejor control.
El Dr. Fernández comenzó destacando la realidad cruda de la diabetes en Andalucía. "Estamos enfrentando una alta incidencia de diabetes en la región, un fenómeno que no podemos ignorar. Aunque Andalucía ha sido reconocida por su desarrollo y calidad de vida, la prevalencia de la diabetes ha experimentado un aumento constante en los últimos años".
Al abordar las causas subyacentes, el experto en endocrinología subrayó la necesidad de un enfoque integral. "Factores genéticos y estilos de vida poco saludables están contribuyendo a este aumento. Es crucial entender que la diabetes es una enfermedad compleja que requiere un abordaje integral que incluya la prevención, el diagnóstico temprano y la gestión eficaz".
El Dr. Fernández compartió medidas específicas que se están implementando para hacer frente a esta situación. "Hay que mantener una dieta mediterránea, esa para mí es una de las principales claves. También, la concienciación sobre la importancia de la actividad física regular es esencial para revertir esta tendencia".
Además, el jefe de endocrinología destacó la importancia de la tecnología en la gestión de la diabetes. "Estamos utilizando tecnologías avanzadas para el monitoreo continuo de glucosa, lo que permite un control más preciso y personalizado. Esto no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también facilita un manejo más efectivo de la enfermedad".
El Dr. Diego Fernández subrayó la necesidad de una colaboración continua entre diversos sectores. "El control de la diabetes no es solo responsabilidad del sistema de salud. Se necesita una colaboración estrecha entre las autoridades sanitarias, educativas y la sociedad en general. La promoción de estilos de vida saludables debe convertirse en una prioridad compartida".
Al discutir los desafíos futuros, concluyó, "Necesitamos abogar por una mayor inversión en investigación y políticas que fomenten la prevención. Solo a través de un esfuerzo conjunto podemos esperar revertir esta tendencia preocupante".
