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Sevilla

Sevilla cardiosaludable: a mí me toca engordar

Una carpa en la Plaza Nueva ha atraído a centenares de sevillanos a los que se les ha medido su riesgo cardiovascular, con consejos preventivos incluidos

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  • Para los organizadores, este tipo de carpas permiten hacer un “cribado” y detectar pacientes que pueden presentar riesgos cardiovasculares
  • La muestra de sangre entraba en un laboratorio portátil del tamaño de una caja de zapatos para ser centrifugada y en cinco minutos, el resultado
  • Otro aparato medía la masa muscular, la esquelética, el porcentaje de grasa y la de agua del cuerpo, con gráficos sencillos y entendibles

Colesterol, triglicéridos, tensión, diabetes o índice de masa corporal han sido algunos de los parámetros que los centenares de sevillanos que se han acercado a la carpa Sevilla cardiosaludable, instalada en la Plaza Nueva con motivo del Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, han podido medir para saber si tienen algún nivel alterado. Y el resultado ha sido diverso, tanto como las personas que hemos acudido a hacernos las pruebas y que en el caso de la que suscribe, con la recomendación de ganar algo de peso y masa muscular en la espalda, al margen del adiós al tabaco, ejercicio y dieta saludable.

La mayoría de los que han acudido pasaban por la Plaza Nueva y no han dudado en meterse en la carpa, aunque también los había “radio macuto”, los que una amiga les había dicho que… Haciendo cola, los presentes iban (íbamos, perdón), pasando un poco desorganizados para hacernos las pruebas pertinentes. La primera, la extracción de sangre pero nada más alejado de las analíticas del centro de salud: un pequeño pinchazo en el dedo y una pequeña muestra de sangre entraba en un laboratorio portátil del tamaño de una caja de zapatos para ser “centrifugada” durante cinco minutos. El resultado: niveles de colesterol (bueno y malo), los triglicéridos y, con una tira reactiva, la glucosa en sangre.

“Estas pruebas nos sirven como un pequeño cribado”, explicaba una de las enfermeras presentes, ya que siempre detectan a un pequeño número de personas que tienen niveles de riesgo o, por ejemplo, al no encontrarse mal, nunca han detectado que son diabéticos. Una detección precoz es clave, más en edades más altas. El hecho de que sea una carpa, que sea tan ágil y la interacción entre los que acuden hacen más fácil su objetivo: la necesidad de vigilar nuestra salud y tener hábitos de vida saludables para evitar enfermedades, algunas de gran prevalencia y muy habituales, como puede ser la diabetes o el ictus.

Tras la analítica, que nunca puede ser tan completa como la del laboratorio (no detecta una anemia, por poner un ejemplo), toca la masa corporal, aunque depende de si hay hueco o alguien se cuela, aunque sin malos rollos, con guasa sevillana. InBody, el aparato en cuestión, obliga a descalzarse, lo que echa para atrás a más de uno, especialmente a las mujeres. “Yo no me puedo quitar los pantys…” Con la altura del paciente y el peso, la máquina mide la masa muscular, la esquelética, el porcentaje de grasa y la de agua del cuerpo, ofreciendo unos gráficos muy sencillos que evidencian si hay que ganar o perder peso; si hay que ganar masa muscular y en qué parte del cuerpo, y el porcentaje de grasa que hay que eliminar (o incluso ganar).

La sencillez de las pruebas y de los resultados facilita que el paciente entienda la realidad de su cuerpo, que se completa con la medición de la tensión arterial, que los facultativos acompañaban con explicaciones y recomendaciones dependiendo de si tomaban o no medicación, lo más habitual en los mayores. Alguno evidenciaba lo que se denomina el “síndrome de la bata blanca”, que se le disparaba la tensión sólo con empezar a hacerse la prueba: tranquilidad, comprensión, algo de charla y al poco tiempo, al abuelo se le puede tomar la tensión con fiabilidad. Las pruebas se complementaban con recomendaciones y consejos de diferentes facultativos dependiendo de los resultados: en mi caso, más hidratos de carbono para ganar esos kilos que me faltan. Al resto, si detectaban alguna alteración, ir al médico y muchos libros y folletos con recomendaciones, incluida la de las frutas y verduras de temporada para comer, no sólo sano, sino también, a mejores precios.

Con el resultado de las pruebas y la literatura, a la salida de la carpa regalaban una pieza de fruta, agua, frutos secos, bebida para el colesterol e incluso un bote de crema de manos, todo aportado por los patrocinadores del evento, que además contó con la visita de la consejera de Salud, Catalina García, y la delegada municipal del ramo, Silvia Pozo, que también se realizaron algunas de las pruebas.

El objetivo, según apuntaban, es sensibilizar de la importancia de seguir un estilo de vida saludable como medio para prevenir enfermedades cardiovasculares. Según Pozo, “el Ayuntamiento de Sevilla está sensibilizado y comprometido  con la elevada prevalencia de las enfermedades cardiovasculares porque influyen de manera determinante en la calidad de vida de muchos sevillanos”. En este sentido, Pozo ha indicado que "ya estamos trabajando en los colegios de la ciudad para que desde la infancia se aprenda la importancia de seguir los hábitos de vida como estrategia clave de prevención saludable".

Esta jornada de prevención cardiovascular está organizada por el Servicio de Salud del Ayuntamiento de Sevilla y el Ateneo. Además cuenta con la participación de colegios profesionales, asociaciones de pacientes, universidades, entidades y laboratorios: Colegio Oficial de Médicos, Colegio de Enfermería, Colegio de Farmacéuticos ,el Hospital Universitario Virgen Macarena, el Hospital Universitario Virgen del Rocío,  Anadis, Cofares, Teva, Roche, Hospital Universitario Virgen del Rocío, Universidad de Sevilla, Oleoestepa, Danone, Ictus Sevilla y la Federación  de Asociaciones del Corazón de Sevilla y Provincia.

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