Pablo Borrallo junto a cofrades de la Junta de Gobierno de la Hermandad del Amor analizaron el misterio de la hermandad, asumiendo que “el paso de la Borriquita tiene una serie de detalles que no deben pasar desapercibidos”, añadiendo que el hecho de que el Señor vaya calzado no es por casualidad debido a que “el primer pacto que hace el Señor con su pueblo es en el Sinaí, con el episodio de Moisés y la Zarza Ardiente, en el que se escucha al Ángel del Señor decir ‘descálzate Señor porque la tierra que pisas es Santa’ y la entrada en Jerusalén es la segunda alianza de Dios con nosotros y la tierra que el hijo de Dios va a pisar es santa”. Esta última es la razón por la que, a partir de este misterio, todos los Cristos van descalzos.
La palmera es otro de esos puntos en los que centrarse en este misterio. Este elemento está, según Pablo Borrallo, porque “en los textos apócrifos se hace alusión a la palmera datilera tras la Huida a Egipto con unos frutos inalcanzables y es el Mesías quien le pide a la palmera que se incline”. Igualmente, dice uno de los salmos que “la palabra del justo crecerá como las hojas de la palmera. Esta es recta y crece hacia el cielo y da frutos en abundancia: los dátiles”. Es además un reconocimiento de la presencia divina, siendo además el elemento decorativo por excelencia del Templo de Salomón, por lo que son muchas las referencias que hay hacia este elemento.
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