La solicitud de autorización presentada por el Gobierno fue aceptada por 336 de los 340 diputados presentes (PSOE, PP, CiU, PNV, ERC, ICV, CC, UPyD y UPN). Tres votaron en contra (dos del BNG y el de Izquierda Unida), lo que supone menos del 1 por ciento de la Cámnara, y se registró además una abstención en las filas del PP, presumiblemente por error.
Tras la votación, el presidente del Congreso, José Bono, levantó la sesión y en ese momento comenzaron a oírse gritos de protesta desde la tribuna de invitados. Como en los años de la intervención en Irak, volvió a escucharse el "¡No a la Guerra!" en el hemiciclo. "¡Socorro! Soy una ciudadana libre", gritaba también una mujer mientras la desalojaban de la tribuna.
La última vez que se produjeron incidentes en la tribuna fue con las protestas del actor Willy Toledo y otros activistas prosaharauis a los que Bono ordenó desalojar y denunciar en comisaría (actualmente están imputados por la Justicia). Esta vez las protestas no fueron durante el Pleno, sino una vez levantada la sesión.
NO PODRÁN SER ENCAUSADOS
Los cuatro ciudadanos que gritaron "No a la guerra" desde las tribunas de invitados del Congreso en protesta por el aval del Parlamento a la intervención militar en Libia no podrán ser encausados, al contrario de lo que ocurrió el pasado mes de diciembre con Willy Toledo y los activistas saharauis. La diferencia es que el incidente de este martes se produjo una vez levantada la sesión.
Aquel incidente motivó que, desde hace unas semanas, el Congreso reparta entre sus invitados unas octavillas recordando que el Parlamento es inviolable y que alterar sus sesiones está tipificado como delito en el Código Penal.
DE LA PLATAFORMA "NO A LA GUERRA"
Los invitados al debate sobre Libia recibieron esas mismas octavillas y, aprendida la lección, comenzaron a gritar "No a la guerra" una vez que la sesión plenaria había concluido. De inmediato fueron desalojados: "Socorro", "Soy una ciudadana libre", gritó una de los activistas.
Tras su desalojo, las fuerzas de seguridad tomaron los datos de los invitados, que resultaron ser miembros de la plataforma "No a la Guerra" que lideraban el PCE, IU y otros colectivos de izquierda, invitados a la Cámara por una organización política. Tras el trámite abandonaron el Congreso.
LA CONTIENDA
Los rebeldes que se encuentran a las afueras de la ciudad de Ajdabiya, en el este de Libia, no han conseguido avanzar este martes en sus posiciones porque las tropas leales al líder libio, Muamar Gadafi, todavía les superan a pesar de los bombardeos aéreos de la coalición occidental.
Los combatientes insurgentes se encuentran a unos cinco kilómetros de la ciudad, que se encuentra en el punto de entrada a la zona este del país. Además, los combatientes antigubernamentales aseguraron que los bombardeos están inutilizando el armamento de Gadafi, aunque sus fuerzas siguen suponiendo una fuerte amenaza.
"Gadafi tiene tanques y camiones con misiles", explicó Ahmed al Aroufi, un rebelde que se encuentra en la línea del frente. La cadena de televisión Al Yazira informó de que se habían producido enfrentamientos entre ambos bandos en la ciudad.
Las fuerzas rebeldes tuvieron que replegarse a su cuartel general, en Benghazi, debido a los ataques realizados por las aviones de combate, los tanques y la artillería de Gadafi antes de que comenzasen el sábado los bombardeos de la coalición occidental, formada por Francia, Reino Unido, Estados Unidos y España, entre otros.
"Necesitamos la zona de exclusión aérea para que ataquen el poderoso armamento", explicó Al Aroufi, aunque rechazó la idea de una intervención más directa.
"Si traen fuerzas terrestres, dejaremos a Gadafi y ellos serán nuestro nuevo objetivo", explicó Al Aroufi. Los rebeldes se oponen a cualquier participación de fuerzas extranjeras terrestres.
"No dependemos de nadie salvo de Dios, ni Francia ni América. Comenzamos esta revolución sin ellos, con el sudor de nuestra propia frente, y así será como la acabaremos", indicó.
Se han dado algunos momentos de tensión en el frente porque los rebeldes no consiguen realizar rápidos avances. No parece que haya una estructura de mando clara para guiar lo que en su mayor parte es una fuerza dispersa de entusiastas pero inexpertos combatientes.
Tanques y vehículos blindados de transporte de personal destruidos por los aviones occidentales se amontonan en la carretera de camino a Benghazi. Los rebeldes dicen que los bombardeos han detenido la ofensiva, pero que el líder libio sigue teniendo arsenal suficiente para seguir combatiendo.
EFECTIVOS
Los cinco aviones desplegados por España en la base italiana de Decimomannu (Cerdeña) para la operación internacional en Libia han realizado su primera misión conjunta de patrulla aérea, según ha informado el Ministerio de Defensa.
Los dos primeros cazas F-18 del Ejército del Aire despegaron de la base de Decimomannu, y después lo hicieron los otros dos F-18, que han intercambiado relevos con los dos primeros. También ha participado en esta misión el avión Boeing 707 español, que lleva a cabo misiones de reabastecimiento en vuelo.
De esta forma, los cinco aviones aportados por España han completado con éxito la misión que tenía asignada, regresando de nuevo a tierra en torno a las 11.45 horas, ha explicado el departamento que dirige Carme Chacón.
De acuerdo al plan establecido por el mando de la coalición internacional, los aviones españoles están llevando a cabo misiones para contribuir al mantenimiento de la zona de exclusión aérea establecida por Naciones Unidas en el espacio aéreo libio. El lunes ya participaron en una misión dos de los cazas y el Boeing 707.
ACCIDENTE AÉREO
Un avión F-15 del Ejército estadounidense ha sido hallado estrellado en la zona de Libia controlada por los rebeldes al régimen de Muamar Gadafi pero su piloto, que estaría con los sublevados, se encuentra a salvo, según informa el diario británico 'Daily Telegraph'.
El enviado especial del rotativo Rob Crilly apunta a que el piloto habría tenido que realizar un aterrizaje de emergencia tras sufrir un fallo mecánico anoche, mientras participaba en la operación militar para imponer la zona de exclusión aérea sobre Libia aprobada por la ONU.