De hecho, la nueva gerencia lleva ya finalizada ocho meses, un periodo en el que se podría haber contado con las nuevas instalaciones, de no ser porque el Consistorio no ha pagado a la empresa que ha ejecutado las obras, Construcciones Galindo.
El propietario de la empresa, Francisco Galindo, confirmó a este diario que este impago le llevó a bloquear la inauguración de la nueva sede, ya que se negó a entregar la llave hasta que no se acometiera el pago de la deuda, que asciende a 515.000 euros.
La proximidad de las elecciones municipales y el hecho de que fuera una de las inauguraciones comprometidas por Sánchez Rull en su investidura como alcalde han sido los elementos que han pesado para que las partes llegaran a un acuerdo que desbloqueara la situación.
Este acuerdo consiste en el compromiso de pago antes del día 30 de marzo. “Ya me pesaban las llaves”, reconoció Galindo, quien confió en que “Diego Sánchez Rull es un hombre de palabra”.
Este pulso ha supuesto un importante coste para las arcas municipales, ya que el Consistorio ha tenido que seguir pagando en este periodo el alquiler de las antiguas instalaciones de la gerencia, en la calle Regino Martínez, que ascendía a 1.523 euros al mes.