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Punta Umbría

Tosar: ?Con estas cejas y estos dientes, pensé que no haría un protagonista?

El actor Luis Tosar, que ayer recibió el Premio Málaga en el decimocuarto Festival de Cine Español por toda su trayectoria.

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El actor Luis Tosar, que ayer recibió el Premio Málaga en el decimocuarto Festival de Cine Español por toda su trayectoria, admitió que, cuando se veía hace veinte años, “con estas cejas y estos dientes”, pensaba que “sería imposible” que le llamaran para hacer un papel protagonista.

“Algún compañero del instituto me decía: Qué pena, eres buen actor, pero tienes los dientes mal hechos, te estás quedando calvo, y con esas cejas...”, recordó en rueda de prensa Tosar, que añadió que las cosas “han ido llegando, algunas con mucha sorpresa”.

El suyo es un oficio “que no es sencillo”, algo que ve “todos los días alrededor”, con “mucha gente buscándose la vida, persiguiendo su sueño, actores que empiezan y otros que llevan muchos años luchando, y eso ocurre en el noventa por ciento de los casos”.

“Yo no soy representativo del noventa por ciento de los actores españoles, que tienen que levantarse cada día sin saber si tendrán trabajo”, subrayó el actor gallego, que se considera “un suertudo” por poder “vivir bien de este negocio” y no tener que estar “pendiente del teléfono”.

Para Tosar, el cine “tiene magia y algo que engancha”, y quizá “tiene que ver con la intensidad con la que se vive un rodaje, que es como un campamento de verano o una vida en MP3, comprimida, que se vive intensamente y se acaba de la manera más rotunda”.

“Si logras por casualidad que se produzca esa magia, está rodada, queda y la podrás ver toda la vida. La capacidad del cine de agarrar el momento no la tiene ninguna otra arte”, añadió.

Cuando trabaja, necesita sentirse “querido y apreciado” por el director, puesto que “con buen rollo las cosas salen bien”, mientras que, “con tensión y agresión”, él “no funciona”.

Tosar lanzó una loa a la figura del productor, que “arriesga su patrimonio” y en cada proyecto ofrece “un sacrificio más grande que el del actor”.

“Cuando uno empieza en el mundo del cine, pone a parir sistemáticamente a todos los productores, pero pasa el tiempo y te das cuenta de que es un ser vilipendiado por naturaleza, y que los elogios se los llevan el director o los actores”. 

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