El pasado 15 de julio, Antonio Peinado, presidente de la Asociación de Vecinos de Segunda Aguada, remarcaba, en conversación con VIVA CÁDIZ sobre la insuficiencia de baldeos contemplados en el pliego que fue adjudicado en 2022, la necesidad de implicar a la ciudadanía para conservar limpias las vías públicas.
“¿Por qué a mediodía los contenedores se encuentran medio llenos?”, se preguntaba, al tiempo que denunciaba el depósito de enseres en la calle o las conductas incívicas de algunos propietarios de animales domésticos, que no recogen los excrementos.
Solo cuatro días después, el alcalde, Bruno García, anunció en rueda de prensa que el Ayuntamiento “reforzará la vigilancia” con agentes de Policía Local de paisano y uniformados para hacer cumplir la Ordenanza Municipal de Limpieza y Recogida de Residuos Urbanos y sancionar a aquellos gaditanos que la incumplan, con multas que oscilan entre los 100 y los 3.000 euros.
Por medio de un comunicado, la asociación aplaude que, “por primera vez, se adopten medidas desde el equipo de Gobierno enérgicas y contundentes sobre un problema no solo estético, sino principalmente de salud pública con incidencia en patologías infecciosas y respiratorias que se acrecienta en verano con el aumento de la población y de las temperaturas”.
“Tenemos la esperanza de que las recientes declaraciones del alcalde de Cádiz no sean tan solo una salida política a un malestar creciente, sin más recorrido. La sociedad civil gaditana pide a sus gobernantes actitudes valientes y un compromiso ineludible con los gobernados y no salidas efímeras bajo la presión social y mañana, a otra cosa mariposa”, agrega.
Pilar García, presidenta de Vecinos de Cádiz-Federación 5 de Abril, coincide en que es preciso velar por el cumplimiento de la normativa, pero advierte de que “todo no puede ser multar”.
“La limpieza es un caballo de batalla fastidioso”, admite, tanto para el Ayuntamiento como para los colectivos vecinales, que requiere, sostiene, hacer más hincapié en la concienciación.
El primer edil expresó su voluntad de poner en marcha campañas en este sentido. La representante de la federación de asociaciones de vecinos ofrece colaboración.
Al respecto, recuerda que, con Teófila Martínez como alcaldesa, las asociaciones repartían bolsas para la recogida de excrementos. Funcionó, asegura, pero aquello acabó.
Así que plantea que vuelvan a llevarse a cabo iniciativas de este tipo porque gran parte de las quejas que reciben se debe a la suciedad provocada por perros.
Gloria de la Torre, representante de Playas Dog Friendly Cádiz, reconoce que aquellos propietarios de animales que llevan a cabo comportamientos incívicos causan un especial perjuicio. No obstante, remarca que son minoría. “La mayoría vamos con nuestras botellas con agua jabonosa por educación, no solo por la ordenanza”, remarca.
De la Torre aprovecha para reclamar un mayor compromiso municipal con el bienestar animal. Su asociación se encuentra entre la veintena que ha redactado un decálogo de medidas en este sentido, entre las que se encuentras, precisamente, iniciativas relacionadas con la limpieza y la convivencia, como promover la tenencia responsable, desarrollar actividades formativas, controlar las colonias felinas y habilitar zonas en los jardines y parques públicos idóneos y debidamente señalizados tanto para el paseo como para el esparcimiento, e igualmente cuidar que los citados espacios se mantengan en perfectas condiciones de seguridad e higiénico-sanitarias.
Finalmente, demanda el mismo celo con aquellas personas que arrojan las colillas a las aceras o se combata la presencia de microplásticos en las playas.
