Granada

Demuestran que el otoño es la mejor época del año para repoblar las dehesas

Se probó en cuatro localizaciones: Becerra (Granada), Mágina (Jaén), Jarosa (Córdoba) e Hinojosa del Duque (Córdoba)

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Encina de una dehesa situada en Córdoba. Foto de archivo. -

Un equipo de investigadores andaluces ha demostrado que el otoño es la mejor época del año para repoblar las dehesas, conclusiones que permiten planificar su regeneración con mayor éxito y que los ganaderos se beneficien del reabastecimiento de la bellota. 

Investigadores del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) de Granada y Córdoba y de la Universidad de Granada (UGR) han demostrado que finales de octubre o primeros de noviembre es la mejor época del año para regenerar el arbolado de las dehesas. 

Así se extrae de un trabajo apoyado por dos proyectos IFAPA cofinanciados al 80 por ciento por fondos europeos y la Junta cuyos resultados ayudan a los gestores de las fincas a planificar la regeneración de este sistema agroforestal. 

Además, los datos del estudio afectan a los ganaderos, que se podrán beneficiar del reabastecimiento de bellota para el ganado, especialmente el cerdo ibérico.

Aunque hasta ahora no se habían establecido datos concretos sobre la época más conveniente para la plantación de encinas teniendo en cuenta la localidad de plantación, el éxito de su regeneración depende de cuestiones como el tipo de suelo y el clima.  

"El objetivo de este estudio fue comprobar de qué forma podemos mejorar el crecimiento y supervivencia de las encinas en las dehesas para que sean productivas lo antes posible", ha explicado a la Fundación Descubre el investigador de IFAPA Francisco Bruno Navarro.

Las dehesas son ecosistemas agroforestales de alto valor ambiental característicos del sur de España y Portugal, formados por bosques abiertos de encina y alcornoque, combinados con pastizales donde se cría el ganado, y donde se realizan actividades agrícolas. 

A diferencia de otros ecosistemas forestales, que tienen la capacidad de regenerarse por sí mismos, las dehesas requieren de la intervención humana. 

Resultado extrapolables para otras especies

En un artículo sobre el estudio, que publica Forest Ecology and Management, los expertos han explicado que se centraron en la encina, pero sus resultados son extrapolables para otras especies como el alcornoque, el quejigo o el roble. 

En concreto, la investigación ha analizado la mejor fecha y forma de repoblar este árbol con plantones de un año provenientes de vivero y ha resuelto cuestiones como la interacción con la competencia con la hierba y la influencia del sitio de plantación.

Así, el equipo plantó en tres parcelas 200 plántulas de encina en cada una de ellas, y esto se repitió en cuatro localizaciones con diferentes condiciones de clima y suelo: Becerra (Granada), Mágina (Jaén), Jarosa (Córdoba) e Hinojosa del Duque (Córdoba). 

Se eliminaron las malas hierbas y otras especies vegetales de la mitad de las parcelas para evitar la competencia por el agua, luz y nutrientes del suelo, y la otra mitad se dejó como parcelas control.

De este modo, se plantaron un total de 2.400 plántulas de encina, la mitad en octubre de 2019 y la otra mitad en febrero de 2020, en cada parcela, y se han monitorizado durante dos años.

En este experimento, los expertos han registrado parámetros relacionados con la supervivencia y el crecimiento de las encinas como su altura, el diámetro del cuello de la raíz, el número de hojas y la biomasa aérea total y por fracciones.

Los expertos aconsejan acometer plantaciones tempranas en zonas donde la hierba no se va a poder controlar, especialmente en sitios más fríos, aunque de manera general el estudio ha concluido que la mejor opción es plantar en octubre o primeros de noviembre, siempre que haya llovido y exista humedad en el suelo. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN