José Luis Rodríguez Zapatero ha sido, en mi opinión, uno de los presidentes más de izquierda/izquierda de la historia de España. Zapatero ya se encuentra algo relajado. Después de la larga y cruda tormenta que ha padecido. Lo reflejan las fotografías del acto político que protagonizó el pasado domingo en Murcia. Un día antes había anunciado públicamente en el Comité Federal del PSOE que no aspiraría a la reelección. Despejó la incógnita.


Zapatero ha afrontado la peor crisis económica que se recuerda desde 1929. En solitario. Enfrente, el Partido Popular (PP) no expresó nunca ninguna propuesta para salir del agujero, jamás hizo amago de apoyar al líder socialista en medio de la asfixia general, y se limitó a repetir una y otra vez el mismo discurso, idéntico mensaje: La culpa es de Zapatero.
A veces, Mariano Rajoy recordó a don Benito Pérez Galdós, que en el transcurso de una conferencia se destapó con la siguiente reflexión: -”Señores, la culpa de todos los males de los españoles la tiene el cocido”.
Para el PP, la culpa de todos los males de los españoles la tenía Zapatero.
El mandato de Rodríguez Zapatero ha tenido luces, y también muchas sombras, aunque desde luego nunca alcanzó el nivel nocivo que Galdós achacaba al cocido. Zapatero diseñó desde su llegada a La Moncloa una acertada y arriesgada política antiterrorista y tal vez sea el presidente que selle el final definitivo de ETA, que durante muchos años fue considerada por las encuestas del CIS como la principal preocupación de los españoles. Mucha sangre derramada. Sería el punto y final a una terrible pesadilla que se prolongó durante décadas. Además, Zapatero impulsó la Ley de Dependencia, legisló para sectores desfavorecidos o marginados de la sociedad -aún en los tiempos que vivimos- como los gays con la Ley de Matrimonios Homosexuales. Renovó la Ley del Aborto, y sus políticas sociales han evitado que se ahoguen muchísimos parados de larga duración. Zapatero ha sido un hombre valiente. Cumplió de inmediato su promesa de sacar las tropas de Irak. Y su presidencia ha estado marcada por la honestidad.
Pero Rodríguez Zapatero también ha cometido numerosos e importantes errores. No voy a entrar en ese análisis. Porque cada día los vocean, altavoz en mano, esos tipos a los que el periodista José María Izquierdo denomina en su libro como 'Los cornetas del Apocalipsis'.
Hoy me he dejado la corneta en casa. Que toquen otros. Y no voy a comer cocido. Por si acaso.

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