En una declaración a la agencia oficial siria SANA, una fuente oficial no identificada dijo que las palabras de Clinton, en las que consideraba que el presidente sirio, Bashar al Asad, ha perdido su legitimidad, son una “provocación” que pretende agravar la situación interna.
La fuente añadió que la legitimidad del régimen no se basa en EEUU ni en ningún otro país sino en el pueblo sirio, que “muestra todos los días su apoyo al liderazgo político y a las reformas radicales en estudio”.
Las autoridades sirias esperan que “EEUU y sus enviados obedecerán el principio de no injerencia y se abstendrán de cualquier acto que pueda provocar a los sentimientos del pueblo sirio”.