España

Un gol en el descuento devuelve el equilibrio

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Córdoba     2   
Real Sociedad     2   

—Córdoba—
Valle, Mario (Cristian Díaz, m. 86), Pierini, Gaspar, Rubén; Guzmán, Ito, Endika (Asen, m.75), Arteaga (Joselito Vega, m.48); Javi Flores y Yordi.

—Real Sociedad—
Bravo, Carlos Martínez, Ansotegi, Labaka, Castillo; Marquitos (Sergio, m.88), Markel, Rivas, Xabi Prieto (Estrada, m.90); Aranburu y Necati (Agirretxe, m.57).

Árbitro:
Pino Zamorano (Colegio castellano-manchego). Amonestó a los locales Yordi y Guzmán, y a los visitantes Necati y Markel.

Goles:
0-1, Min. 19: Marquitos;
1-1, Min. 30: Arteaga;
1-2, Min. 66: Agirretxe;
2-2, Min. 94: Pierini.

Incidencias:
Partido de la decimoctava jornada de liga en Segunda División, disputado en el estadio Nuevo El Arcángel, ante unos 10.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

El Córdoba arañó un punto al conseguir el 2-2 en las postrimerías del partido con una Real Sociedad que salió excesivamente defensiva.

Los cordobesistas consiguieron la igualada por medio de Pierini en el tiempo añadido, después de verse incapaces de doblegar a una Real Sociedad que basó su juego en aprovechar la falta de ideas del Córdoba y en el contraataque.

Los donostiarras controlaron el centro del campo sin apuros.

El cuadro de Luna Eslava ganó aplomo y prestancia pero no pudo evitar que la Real Sociedad se adelantase en el marcador en el minuto 19 por medio de Marquitos, que tomó el balón, regateó con facilidad al cordobesista Rubén, y en el uno contra uno superó por bajo y cruzado al guardameta Valle.

Pero el Córdoba se rehizo y supo empatar en la primera ocasión que tuvo, a la media hora de juego, cuando un centro del Gúzman fue tocado por Yordi y rematado con un lanzamiento ajustado de Arteaga en el segundo palo.
En la segunda parte el Córdoba cogió las riendas.

Carlos Martínez montó una contra con un pase desde casi sesenta metros sobre Marquitos, que tras controlar, pisó área y asistió al recién incorporado Agirretxe, que en área pequeña marcó sin oposición.

Cuando la victoria vasca parecía definitiva, en el minuto 94 Pierini llevó el delirio a las gradas del Arcángel.

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