Barcelona 3
—At. madrid—Coupet; Seitaridis, Perea, Heitinga, Pernía; Assuncao (Banega, m. 61); Maxi Rodríguez, Maniche (De las Cuevas, m. 78), Simao; Sinama Pongolle (Ujfalusi, m. 61) y Forlán.
—Barcelona—Pinto; Alves, Cáceres, Piqué, Sylvinho; Keita, Yaya Touré, Busquets; Messi (Pedrito, m. 81), Bojan e Iniesta.
Árbitro: Iturralde González (C. Vasco). Expulsó con roja directa a Heitinga, del Atlético de Madrid, en el minuto 56. Amonestó a los locales Sinama Pongolle, Simao, Pernía, Maniche, Assunçao, Ujfalusi y Banega, y a los visitantes Cáceres y Busquets.
Goles:
0-1, m. 11: Messi; 0-2, m. 57: Messi, de penalti; 1-2, m. 68: Ujfalsi ; 1-3, m. 78: Messi.
Incidencias: Partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 53.000 espectadores. El argentino Diego Armando Maradona, seleccionador de Argentina, presenció el partido desde el palco.
El Barcelona exhibió una aplastante superioridad en el estadio Vicente Calderón, donde anuló a un decepcionante Atlético de Madrid y prácticamente sentenció su billete para los cuartos de final de la Copa del Rey con comodidad y con tres goles del argentino Leo Messi, imparable para los locales.
Ya el partido de vuelta, la próxima semana en el Camp Nou, parece un trámite. Por el resultado y por la diferencia actual entre ambos conjuntos, demostrada en la ida, en la que los rojiblancos nunca tuvieron opción. Ni con once, ni con diez jugadores, cuando Heitinga fue expulsado en el minuto 55.
El Atlético se presentó con las dudas que ofrece su fragilidad defensiva, sin Ujfalusi, el más regular de su zaga y relegado al banquillo.
Por ahí, por su zona de atrás, le surgen muchos problemas al conjunto rojiblanco. Ya sea en la salida del balón, en los saques de esquina -Coupet salvó el 0-1 con un paradón a remate del malí Keita- o en las jugadas rivales, como la que dio ventaja al Barcelona a los once minutos de partido.
Una pared en la banda derecha entre Messi y Alves le bastó para desmontar a la defensa local y dejar solo al extremo argentino. No dudó con un disparo raso para batir a Coupet. El 0-1 dejó en anécdota el prometedor arranque anterior del Atlético, con tres ocasiones fruto de la movilidad de Forlán y la rapidez de Simao.
Y ahí, con ventaja en el marcador, el Barcelona, dueño absoluto del centro del campo, jugó con el balón (el Atlético corría tras él y no daba tres pases seguidos). Con su precisa, y desquiciante para el rival, movilidad de la pelota vivió una transición plácida hacia el descanso, sólo alterada por un disparo aislado de Maniche.
No cambió el partido en el inicio de la segunda parte. Un centro de Alves por la derecha acabó en penalti. Lo cometió el holandés Heitinga por enésima vez este curso cuando Messi acudía a un remate cómodo para el 0-2. El argentino no falló la pena máxima.
El gol de la esperanza
Ese gol dejó al equipo rojiblanco, que además se quedó con un hombre menos por la expulsión del central holandés, aún más impotente ante la precisión y el talento del Barcelona y provocó la bronca de buena parte del público, que incluso gritó durante unos segundos contra el mexicano Javier Aguirre, técnico local.
Sólo la entrada de Banega dio claridad al juego del equipo rojiblanco. El checo Ujfalusi, que había entrado al campo minutos antes, dio esperanza al Atlético con el cabezazo del 1-2.
Era una ilusión ficticia, que aumentó con una ocasión de Maxi Rodríguez detenida por Pinto, pero que desapareció con una genial jugada posterior de Messi, que tras regatear a tres rivales lanzó un disparo al larguero -recibió los aplausos del Calderón- y que, en la siguiente acción, dejó sentado a Coupet y firmó el 1-3.