«Todo el mundo sabrá» es una declaración del señorío de Jesucristo. «Quería letras muy claras que proclamaran la soberanía de Dios, que posicionaran el nombre de Jesús en el lugar que se merece», comenta Armando M. Persijn, compositor de la canción y director musical del grupo. Musicalmente, «Todo el mundo sabrá» está basado en el rock. «Las guitarras eléctricas y ritmos contundentes es algo que llevo innato en mí, por eso a propósito estuve buscando un tema con estas características», refiere Armando, a propósito de uno de las canciones más dinámicos del álbum, que a propósito fue colocada al final de la producción, para matizar el propósito de todo el proyecto.
Paralelamente al lanzamiento en radio de «Todo el mundo sabrá», Esperanza de Vida lanza, en conjunto con CanZion, el video clip de la canción, filmado en una antigua fábrica abandonada de cobre situada en la ciudad portuaria de Algeciras (Andalucía), una de las puertas al tránsito hacia el continente africano. Esperanza de Vida eligió esta locación a propósito, queriendo alejarse de las «etiquetas» impuestas a la música congregacional. «Creemos que la alabanza y adoración pueden fluir en cualquier lugar, siempre que las personas que la ejecutan vivan en santidad. Por eso, estéticamente, nos arriesgamos a hacerlo fuera de una iglesia, auditorio o teatro».