La empresa es consciente de la larga travesía recorrida hasta el momento, sin que se haya encontrado una solución eficaz que permitiera ese anhelado cambio de ubicación, de acuerdo a las necesidades e intereses de todas las partes implicadas. Sin embargo, todos los agentes sociales coinciden en que el traslado es necesario.
Con el ánimo de recuperar la vía de la negociación, Oleícola Jaén defiende que la mejor opción para armonizar posturas y fijar posibles soluciones, es organizar una reunión entre los máximos representantes de la empresa, los portavoces de los grupos parlamentarios representados en el Ayuntamiento, así como con el alcalde, Leocadio Marín, tras la celebración del Pleno.
el propietario
Luis Carlos Morillo Molina, representante de Oleícola Jaén, señala: “Quiero manifestar que continuamos con la mano tendida al Ayuntamiento, con amplitud de miras y dejando a un lado los desencuentros del pasado, estoy seguro de que en esa reunión y en las posibles siguientes convocatorias, se podrá forjar un plan de traslado viable, en el que confluyan todos los intereses”.
Asimismo, Oleícola Jaén quiere poner a disposición del Ayuntamiento las dos fincas que adquirió en su día (con el beneplácito del Consistorio) y la única intención de trasladar a esos emplazamientos la actividad de extracción de orujos y sus secaderos, con resultado infructuoso. La compañía entiende que, sobre todo la finca situada en Puente del Obispo, por su valor arqueológico-cultural, podría resultar interesante para el Consistorio.