Según se declaró probado en la sentencia del juzgado, el menor tuvo una pelea con otros compañeros en la clase de gimnasia, por lo que tuvo que intervenir el profesor denunciado, separando a los alumnos y reprochando al hijo de la denunciante su comportamiento, "sin que de lo actuado haya quedado acreditado" que le diera un bofetón.
Ese mismo día, la madre del niño presentó una denuncia contra el docente, en la que manifestaba que le había dado un guantazo a su hijo, que tenía la cara hinchada. Éste fue asistido en un centro de salud, que emitió un parte en el que se señalaba que existía una "discreta limitación dolorosa", pero "sin apreciar signos inflamatorios ni otras contusiones".
El juzgado absolvió al denunciado y la denunciante presentó un recurso contra esta decisión, alegando error en la valoración de la prueba, algo que no se aprecia por el Tribunal de apelación, que en una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, desestima el recurso y confirma íntegramente la resolución emitida.
En este sentido, la Sala apunta que sobre el hecho existen "versiones contradictorias entre partes, ambas con igual fuerza" y añade que "no se prueba cuál es el origen de la lesión del menor", que, según se declaró probado, "se vio envuelto en una previa pelea escolar", por lo que aplica el principio de presunción de inocencia del denunciado.
