“Estamos dolidos por lo de Vallecas. Permíteme la palabra, jodidos por no haber dado la medida. Soy el máximo responsable y le pido a la gente que nos ayude para sacar adelante los dos próximos partidos”, comentaba muy serio Pepe Mel, consciente de la relevancia que ha cobrado la cita de dentro de 72 horas ante el Espanyol. “El jueves tenemos que darlo todo. Los dos próximos partidos son una final para nosotros. Queremos hacerlo bien para que la grada se sienta orgullosa de su equipo”, enfatizaba el madrileño al respecto.
Muy concienciado en lo que resta y conocedor del camino a seguir para volver a ganar. “Lo de Vallecas no tiene arreglo. El partido del jueves hay que afrontarlo con optimismo. Si lo afrontamos de otra manera las cosas no nos saldrán bien”, decía sin ocultar que si su equipo pierde... es por culpa suya. “Soy el máximo responsable. Quiero que los jugadores estén al margen de todo, quiero que salgan a competir bien. Que la gente esté de su lado es muy importante”, comentaba sin tapujos.
Para terminar, un mensaje que debe dejar tranquilo al personal. Por mucho que el Real Zaragoza, el Sporting de Gijón y el Racing de Santander estén muy cerca de Segunda, nadie en el vestuario heliopolitano jugará lo que resta de ejercicio con la tranquilidad de haber tres virtualmente condenados al infierno. “Ojalá todo estuviera claro por abajo. El Racing no ha jugado todavía… Tenemos 30 puntos y como mínimo tenemos que ganar cuatro de los once partidos que quedan. Hay que ser optimistas y no nos podemos dejar ir pensando que ya hay tres equipos que ya están condenados. El fútbol te demuestra que no hay que pensar así”, rubricaba Pepe Mel en Santa Justa.