Santos Trinidad, el protagonista de 'No habrá paz para los malvados', es como Harry 'El Sucio'. Pero la película dirigida por Enrique Urbizu, otra historia de un policía que se salta la ley en su lucha contra el crimen, ofrece un perfil especial. Porque 'No habrá paz para los malvados' es una película pretendidamente asfixiante que, además, desprende olor. Ese ha sido el gran logro de Urbizu, conseguir que el cine huela: a whisky, a noche sucia, a sangre fresca, a sudor, al perfume de una bailarina de streptease: a desesperación. Se trata de un trhiller, pero los fotogramas no transmiten acción, sino angustia.
En 'No habrá paz para los malvados' se ve una película y además se huele una película. De modo que el personaje de Santos se introduce de inmediato y con toda contundencia en la conciencia del espectador, que vive desde dentro todo lo que se le está contando en la pantalla. Esta película de Urbizu ha vuelto a proyectarse en varias salas de Andalucía, tras su éxito en la gala de los Goya y su estreno el pasado septiembre.
Santos está solo, acabado, herido por la vida. En su día fue el mejor. Ahora bebe un vaso detrás de otro de whisky o de ginebra, el líquido se le desparrama asquerosamente entre los labios, su aspecto físico resulta insufrible, pero nada nubla su lucidez de gran policía ni su valor. Tal vez se avergüenza de sí mismo, pero lleva su misión hasta el final. No se trata de un crimen de prostíbulo, ni de tráfico de drogas, como podía parecer a simple vista. Santos está enfrentado al terrorismo internacional mientras consume copas de JB y una putilla le dice: "¿Qué fue de aquella morena tan guapa con la que estuviste? No sabes, Santos, la pena que me das".
Pero este personaje no hubiese resultado creíble sin la interpretación llevada hasta sus últimas consecuencias de un José Coronado excepcional. Uribe y Coronado forman una pareja de cine después de tres películas juntos. Es colosal la toma vertical de Santos mientras camina mortalmente herido. Porque Santos es un héroe anónimo de suburbio madrileño. "No me explico cómo a este tipo no lo han echado ya de la Policía", dice la jueza. Santos evitará una masacre terrorista. Él solo. Angustiosamente solo.
La escritura perpetua
Coronado

- Luis Eduardo Siles
- La escritura perpetua
Publicado: 29/03/2012 ·
22:08
Actualizado: 29/03/2012 · 22:08