La portavoz vecinal y de la asociación Juristas contra el Ruido, Emilia de la Serna, ha indicado a Europa Press que las tesituras pueden ir desde un bar que tiene la calle ocupada con veladores y macetas, incluyendo la calzada, hasta el caso de un establecimiento de la calle Gustavo Bacarisas, privada y con servidumbre de paso y donde "los vecinos han llegado a no poder entrar en sus casas porque se estaba sirviendo a los caballistas en sus vehículos".
Asimismo, De la Serna ha aludido al caso de la calle Betis, donde los negocios "cogen aceras enteras y utilizan los bancos de piedra, que están ahí para que la gente se siente en ellos de manera pública, para su propio beneficio".
"Llevamos mucho tiempo denunciándolo, pero el sistema no funciona y las sanciones son irrisorias", ha lamentado la portavoz vecinal, que ha abundado al señalar que la ordenanza de veladores puesta en marcha por el Ayuntamiento "olvida absolutamente el daño que recibe el que vive encima de un negocio de estas características, porque se habla mucho del derecho de hacer negocio a costa de la calle pero nadie piensa en la depreciación del valor del piso".
En lo que respecta a la celebración de 'botellones', De la Serna ha confirmado que se siguen dando en los alrededores del recinto ferial y, si bien ha asegurado comprender que la Policía "está desbordada y no puede dar abasto con todo", ha lamentado que el 112 "no funciona" para las quejas relacionadas con la concentración masiva juvenil en vía pública, sin que, además, se acceda a restituir el servicio telefónico 092.
Así, ha criticado que este lunes "había un 'botellón' en la boca del metro" y ha vaticinado que después de la Feria la actuación será "prácticamente inexistente". "Queda muchísimo por hacer, tanto la ordenanza de actividades como la de veladores ignoran el tremendo daño de las actividades al aire libre en las personas, así como la legislación medioambiental y los derechos constitucionales", ha concluido.
