"No puedo más que expresar mi preocupación y mi inquietud", ha confesado en una entrevista en la Cope, recogida por Europa Press, en la que ha denunciado que "el mayor error y el mayor desenfoque que se puede hacer en esta materia es pensar que se está administrando el final de ETA".
En este sentido, ha advertido de que "lo único que está tratando ETA es de obtener sus obejtivos políticos de otra manera a través de otra posición y de otra estrategia", por lo que "habrá que enjuiciar las medidas en función de un desafío y no de un supuesto final" de la banda terrorista.
"Realmente estamos en vísperas de un desafio de ETA que se hará expreso y público, y lo veremos con claridad tras el resultado de las elecciones autonómicas de marzo de 2013", ha avisado, para señalar que España debe preaparse para ese desafío que llegará dentro de un año.
Así, ha defendido que "la división de una organización" solo puede conseguirse "desde la fortaleza y desde la firmeza de un Gobierno y de una posición política" y ha mostrado su preocupación de que no se "entierre" el "acuerdo" que, tal y como ha denunciado, el PNV y el PSOE "han estado insistentemente apoyando" y que ha definido como "un mal llamado proceso de paz".