En la Provenza, en el arco mediterráneo de Francia, se esconde desde hace siglos esta pequeña joya medieval tan preciosa en su aspecto como fascinante en su historia. En el último viaje que Ana y yo hemos hecho en Francia, hemos querido desviarnos hasta Uzés, adonde no regresábamos desde hacía bastante tiempo, para hacer -y nunca mejor dicho- una parada en el camino.
Uzés es uno de los pueblos medievales mejor conservados en toda Francia. Su historia, que se remonta a épocas anteriores a los romanos, es muy interesante y sin duda, ha marcado el presente de este hermoso ducado. Como obispado, Uzés ha existido desde el s. V hasta la Revolución Francesa cuando este título le fue abolido. Allá por 1229, el Rey concedió a los obispos de Uzés el título de Feudatario, y casi simultáneamente, y gracias a su fidelidad para con la corona francesa, el Rey mantuvo los privilegios a los señores de Uzés, quienes recibieron el título de vizcondes primero, condes posteriormente y duques finalmente. Los duques de Uzés son actualmente una de las familias más antiguas de la nobleza francesa.
Para visitar el recinto medieval de Uzés, le sugiero que primero y antes de estacionar el vehículo, dé una vuelta entera al boulevard que circunda el casco antiguo. De esta manera tomará una proporcionada idea de las dimensiones de la pequeña ciudad al tiempo que podrá empezar a admirar algunas de las pequeñas maravillas de este condado. Verá una amplia explanada a su derecha en este recorrido, es la Avenida de la Liberation, aunque para usted será un parking descubierto gigante. Aparque aquí, ponga las correspondientes monedas de la O.R.A. local y así estará preparado para descubrir Uzés.
Espíritu medieval
La iglesia de Saint Etienne, barroca del s. XVIII, le guiará al corazón de Uzés. A través de la calle Froment llegará a la Place aux Herbes, especialmente animada los sábados y los miércoles gracias a sus mercados semanales. La Plaza aux Herbes es una gran explanada rodeada de arcos, soportales y antiguas casas y mansiones muy bien restauradas. En esta plaza, que rebosa medievalismo por los cuatro puntos cardinales, hay buenos restaurantes y tiendas de las que venden productos locales como pueden ser todos los derivados de la oliva, vino, ropa o telas. Entre a curiosear en las tiendas o a fisgar en el interior de los restaurantes, todos ocupan la planta baja de las mansiones que tienen encima. Algunos locales habían sido antiguos almacenes o caballerizas. Hoy, en pleno s. XXI, disfrutará admirando todas esas pequeñas piezas del puzzle que forma la historia de Uzés. Cada tienda, cada casa, cada restaurante, es en sí un pequeño museo de historia gratuito.
La calle de la Republique es una animada vía comercial totalmente medieval que precede a la plaza Dampmartin, un espacio en el que se reflejaba la riqueza de los comerciantes “uzetiennes” del s. XVII. Siguiendo hacia la Place du Duché podrá ver el curioso jardín medieval antes de ver en la mencionada plaza tanto el Ayuntamiento del s. XVIII como el castillo de los señores de Uzés. El castillo, residencia de la familia de los condes desde hace mil años, sigue siendo propiedad de los condes -la familia de Crussol d’Uzés- y es posible visitarlo. Realmente vale la pena hacerlo ya que es uno de los castillos mejor conservados en Europa que están dentro de un núcleo urbano en el que vive población civil. Dentro del castillo, tanto la capilla como la torre Bremonde del s. XII que simboliza la historia del conjunto medieval, y las salas, en el interior, son un auténtico resumen visual de la vida del ducado. ¡No se pierda las bodegas ni el mobiliario!
En la Place de l’Eveche está nuestro hotel preferido, el Hotel Général d’Entraigues, una impresionante morada medieval de 34 habitaciones donde cada rincón es pura historia medieval. Junto al hotel, y prácticamente sin salir de la plaza, están otros lugares a tener en cuenta como son el antiguo obispado -prisión durante la Revolución y reconvertido a juzgado todavía a día de hoy- o la catedral -con la pintoresca Tour Fenestrelle del s. XII en estilo románico y que es visible desde todo Uzés-. Con este recorrido, prácticamente habrá visto Uzés, aunque siempre le recomendaré que no deje de explorar cada rincón de la ciudad. Si tiene todavía algo de tiempo, a tres kilómetros en dirección Alés, visite el pequeño pueblo de Montaren. Le encantará.
Información:
http://www.uzes-tourisme.com/
Versión muy buena en castellano con completa información del antiguo ducado.
Dónde dormir:
Aparte de los encantadores hoteles de Uzés y sus alrededores, la oficina de turismo local ofrece una interesante lista de “Chambre d’Hôtes” (casas particulares al estilo de los B&B británicos) http://www.uzes-tourisme.com/accueil/hebergements/chambres-d-hotes.aspx
Dónde comer:
En el centro y especialmente, alrededor de la plaza, hay muy buenos y recomendables restaurantes.
Cómo moverse:
A pie, por supuesto.
Cómo llegar:
La distancia desde la frontera española a la altura de Catalunya no es considerable, por lo que el vehículo particular, que después permitirá descubrir nuevos pequeños destinos, es la mejor opción.